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El resort más bello del mar Caribe

Malliouhana es un complejo turístico luminoso y bello en Anguilla, junto a una de las playas más prístinas del mar Caribe.

Anguila es, casi, una isla británica; se trata de un territorio de ultramar, junto a las Islas Vírgenes Británicas, en el corazón del Mar Caribe; es en realidad un pequeño archipiélago cuya isla de mayor tamaño ha sido uno de los paraísos fiscales más cálidos y célebres; actualmente han cambiado su política de 'no impuestos' y éstos ya existen en la isla pero, en cualquier caso, su nivel impositivo es bajo.

Claro que no es el paraíso fiscal el que nos interesa hoy sino el paraíso sin más, así, sin más apellido que el de la belleza del mar Caribe. Elegimos esta isla como destino por su color y su calidez, por sus aguas prístinas, por su ser paradisíaco... y porque uno de sus resorts es uno de los más bellos, si no el más bello, de todo el mar Caribe. se trata de Malliouhana.

Malliouhana es un resort envuelto en un paraíso de azules y turquesa gracias a la paleta de color del mar Caribe y también de verdes y tonos alegres propios de los jardines que refrescan los grandes espacios naturales del hotel, un hotel cuya decoración se integra en el ambiente que lo rodea y late en blancos y tonos cálidos.

En Malliouhana no hay lugar para el stress pero tampoco para el aburrimiento, el hotel pone a tu disposición un spa y una playa privada, además de sus piscinas, una de ellas infinita, para que te relajes y disfrutes de tus vacaciones; claro que si lo que buscas es acción, no te faltarán actividades en las que echar el resto, desde las acuáticas más clásicas como el snorkel o el buceo, los paseos en kayak, windsurf... hasta el golf, fitness, tenis o rutas en watercraft.

El hotel dispone además de una experiencia gastronómica única a través de la que descubrirás los deliciosos matices de la gastronomía isleña; disfruta de una habitación o una suite mirando al mar desde su lujosa terraza y, cuando el lugar te haya enamorado hasta el punto de querer convertirlo en tu hogar o, al menos, en tu destino vacacional más recurrente, hazte con una villa.