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El mar en Mandarin Oriental Barcelona

Con BistrEau, Ángel León se suma a Carme Ruscalleda en la espectacular oferta gastronómica del hotel.

El chef del mar llega a buen puerto en la Ciudad Condal con su nuevo proyecto para Mandarin Oriental. El exclusivo y cosmopolita hotel es el escenario ideal para BistrEau, un espacio donde León ofrece algunas de sus innovadoras creaciones culinarias siempre vinculadas al mundo acuático.

Arroz de plancton, embutidos de “pescado ibérico” y quesos marinos forman parte de las propuestas entre muchos otros platos entre los que no faltan sus callos con pellejito de atún, colágeno de raya y chorizo marino o sus vieiras a la bourguignon. Para compartir, la panceta de pulpo, el “pescaíto frito” o las bravas del mar, con langostinos y kimchi, también se antojan irresistibles.

El cocinero gaditano presenta su nueva propuesta, y de ahí el nombre, como “una mirada inédita al concepto de bistrot, con una forma distinta de explicar el mar”. Al fin y al cabo, hace “una cocina con un fondo de investigación muy importante, que trasladamos a la mesa buscando el sabor, la suculencia y, en definitiva, platos ricos”, cuenta.

Con la incorporación del chef de Aponiente (Puerto de Santa María), el Mandarin Oriental barcelonés reúne en sus fogones el talento de nueve estrellas Michelin: siete de Carme Ruscalleda (Moments) y las dos de Ángel León, la segunda recién estrenada. El encargado de implantar su cocina en el día a día será Ismael Alonso, nuevo chef ejecutivo de un hotel que apuesta por la alta cocina y se posiciona en la primera línea de la oferta gastronómica de la ciudad.

En BistrEau se puede disfrutar de carta, de un menú de mediodía por 35€, una comida ligera, un afterwork o una cena, además del clásico brunch de los domingos. La experiencia gastronómica se marida con una amplia carta de vinos en la que destaca la presencia de Jerez, una combinación perfecta para esa cocina tan de mar que promueve Ángel León, y se completa, para los más sibaritas, con "La Mesa".

Este último proyecto arrancará la próxima semana para solo doce comensales por noche. Allí experimentarán una degustación cerrada con más de quince platos que repasarán la trayectoria de León y que sumergirán (a quién se aventure) en las profundidades del océano, esas de las que el cocinero es embajador en tierra. Hagan sus reservas.