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Descanso saludable en Eslovenia

El Grand Hotel Sava, en plenos bosques de la región eslovena de Rogaška Slatina, es el destino perfecto por sus famosas aguas.

Situada en el este del país, junto a la frontera con Croacia, la ciudad eslovena de Rogaška Slatina está considerada una de las joyas naturales de los Balcanes. Conocida por su agua mineral, su industria cristalera (son famosos sus vasos) y su cultura balnearia, ya era centro de peregrinación durante el Imperio Romano por lo saludable de sus aguas, ricas en magnesio. Además, a su alrededor se encuentran siete valles y pequeñas montañas como los montes Boč (980 m) y Plešivec (832 m), magníficos destinos para hacer senderismo.

Aquí se encuentra el hotel-spa Sava, a medio camino entre Ljubljana (a 100 km) y Zagreb (80 km). Con 233 habitaciones, es el mejor hospedaje para aquellos enamorados de los deportes al aire libre, ya que se encuentra en pleno valle y es un buen punto de partida para excursiones a pie o en bicicleta. Con una decoración sencilla, cuenta con su propio obrador de pasteles tradicionales, que se sirven en su Café Cappuccino, así como cenas con menú de la región en su restaurante principal.

No es de extrañar que ponga el acento en su spa y en las piscinas termales. De estas últimas posee cinco, cada una indicada para diferentes necesidades y público. En ellas, el agua se encuentra a una temperatura entre los 29 y 36 °C y están pensadas para curar dolencias y relajarse, pero también para poder recrearse y divertirse. Están dentro del Lotus Wellness Centre, un lugar en el que también se puedne recibir masajes, tratamientos cosmético-aromáticos o disfrutar de una buena sauna.

El agua mineral que allí se sirve proviene de la misma fuente que hizo que los Habsburgo, Bonaparte, Hohenzollem y otras familias reales europeas acudieran a este rincón de Eslovenia durante la Edad Moderna. Única en su análisis mineral, es sólo una de las razones por las que no hay que dejar de visitar Rogaška Slatina.