Cuixmala no es una casa más en la costa del Pacífico. Se trata de una residencia única, levantada originalmente como residencia privada de Sir James Goldsmith, uno de los magnates más importantes del mundo en los años 60. Para el empresario, aquí se encontraba su refugio, en medio de una selva tupida de más de 25.000 hectáreas de terreno, declarado reserva natural.
Allí Sir James recibía a amigos y personalidades de la talla de Ronald Reagan o Margaret Thatcher, y tras su muerte fue su hija, Alix Marcaccini, quien hizo que estuviese disponible como villa de alquiler de lujo. Desde entonces, Bill Gates, Mick Jagger, Madonna o Tom Cruise son algunos de los que han disfrutado de este rincón cuyo interiorismo mezcla influencias del norte de África con rasgos de India y México. Aunque nada llama tanto la atención como la enorme cúpula que corona el inmueble, de techos altos y palapas con vistas panorámicas.
Este 2014 se ha transformado la villa en un lujoso hotel boutique. Se compone de cuatro suites palaciegas en el edificio principal y otros siete bungalows privados. La Cuixmala Suite, una de las mayores del mundo, además de espacio, puede presumir de vistas, ya que el hotel se encuentra en la cima de una colina que da a un acantilado frente al océano y junto a una playa prácticamente desierta.
En total son más de dos millas de playa privada, aunque no es el único lugar donde poder refrescarse ya que cuenta con una espectacular piscina de azulejos, junto a una gran escalera que desciende desde la casa a la playa. Además, una palapa en plena playa ofrece sombra y bocados para comer y descansar.
De la gastronomía se encarga el chef Gonzalo Mendoza. En su restaurante sirve cocina orgánica procedente de las granjas de la propiedad, donde se cultivan frutas y verduras, así como se cría ganado y se elaboran quesos. Incluso el café y las especias son de allí.
Cuatro noches en este paraíso es posible a partir de 925 € por habitación.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
