Nada hay en la península más al oriente que Cadaqués, este pueblo pesquero que vivió cara al mar y de espalda a la tierra hasta tener una única y diferencial variedad dialectal del catalán como lengua propia, fue también pueblo de arte y literatura, de creadores.
Sería la luz y el Mediterráneo, los restos del aislamiento primero, la tranquilidad y el clima, la belleza del entorno... lo cierto es que Picasso, Duchamp, Miró y el mismo Lorca, pasaron temporadas estivales en sus rincones.
Pero fue un genio loco y con bigote quien unió Cadaqués a su nombre por siempre jamás. Dalí, quien de haber llevado su longevidad más allá de lo imposible, hubiera cumplido hoy 110 años.
Si quieres vivir en tu propia piel el calor de la tierra de Cadaqués y su mar o sentir el magnetismo de una tierra que ama el arte no tienes más que acercarte a la Costa Brava y alojarte en un hotel cercano a la que fuera la casa de Dalí. Es el Hotel Calma Blanca, un cuatro estrellas de campo y mar en el que te sentirás como un genio.
El hotel mira al mar desde las terrazas con jacuzzi de sus habitaciones, te ofrece piscina exterior, solarium y spa, un interior moderno y elegante integrado en un exterior de piedra blanca.
En Cadaqués te espera la calidez y la luz mediterráneas, el bello casco antiguo de un pueblo que fue pesquero antes que turístico, el cabo de Creus, la Casa-Museo de Salvador Dalí, el faro de Nans, la Erminta de San Baldiri o la Casa Seriyana entre otros deliciosos rincones, mucho arte y mucha magia.
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Imágenes: Perfil Hotel Calma Blanca en Instagram.
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