El Parque Natural da Serra da Estrela se extiende por más de 100.000 hectáreas en pleno centro de Portugal. Hay espacio para disfrutar con miles de rincones en los que el paisaje nos abruma, así como diferentes aldeas cargadas de historia, tanta como sus barrios judíos o los castillos de la frontera con el antiguo reino de Castilla. Ir a Celorico da Beira y probar su queso Serra, o disfrutar de la miel son dos actividades muy recomendadas, pero también regalarse una escapada de relajación y descanso en un spa situado a las faldas de la montaña: la Casa das Penhas Douradas.
Este hotel rural de diseño se encuentra en Manteiga, una pequeña aldea del municipio de Guarda, de fácil acceso por carretera desde España gracias al paso fronterizo de Ciudad Rodrigo (Salamanca). Proyectado como hotel ecosostenible, se funde con el paisaje en invierno, cuando la nieve lo tapa todo, y en verano resurge como el ave fénix, y no solo por los tonos rojo sangre de sus paredes.
Pero si hay un detalle que hace de este hotel un lugar especial, eso es su spa. Llama la atención que un lugar tan escondido y pequeño aborde con tanto mimo y espacio su rincón de balneoterapia. Su Spa de Montanha cuenta con instalaciones modernas e incluso poco frecuentes como la ducha Vichy, y su piscina interior está acristalada para poder disfrutar del paisaje mientras nos damos el baño.
No falta la sauna, el baño de vapor... ni los masajes. Hay rituales que se dan con 'paus de bétula' (palos de madera de abedul), que es la misma madera con la que se ha construido parte del hotel. Estos extienden aceites naturales por el cuerpo. Hay que añadir masajes de drenaje linfático, geotermales... Y los Terraké, una serie de tratamientos antiestrés que se realizan con ingredientes exóticos como las frambuesas del Himalaya o flores alpinas, tanto para rostro como para cuerpo.
Un retiro fantástico para mente y cuerpo a menos horas de lo que parece de cualquier punto de España (desde 110 €/noche).
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