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Cinco estrellas con lago, puerto deportivo, trasatlántico y jardín imperial

Entramos en el Crowne Plaza de Suzhou, un impresionante hotel en la ciudad de moda para el urbanismo de vanguardia.

Dice el arquitecto canadiense Jan Benda que su hotel a la orilla del lago Jinji "no es un trasatlántico, sino un edificio". Claro que es verlo y pensar automáticamente en un gran barco, máxime si tenemos en cuenta que, en su interior, la temática marinera está presente por todos lados. Pero este impresionante cinco estrellas no se encuentra frente al mar, sino en Suzhou, la ciudad de los lagos del sureste de China, con la mayor concentración de estas bolsas de agua dulce del país y que se pueden contar por docenas.

Estamos en el hotel Crowne Plaza de la ciudad, un cinco estrellas Gran Lujo que encaja perfectamente en Suzhou gracias a su diseño innovador y a la maestría con la que se integra en el lago y en el importante parque industrial de diseño de la urbe, con casi diez millones de habitantes y a no excesiva distancia de Shangai (el hotel se encuentra a 90 kilómetros del aeropuerto internacional Hongqiao). De hecho, esta gran ciudad a orillas del bajo Yangtze es uno de los lugares más de moda por su urbanismo de vanguardia, el mismo que le valió el año pasado el premio Lee Kuan Yew World City Prize, considerado el Nobel del Urbanismo.

Compuesto por 344 habitaciones y suites, el hotel comprende todo un complejo junto al lago que incluye, entre otros, un puerto deportivo, piscina al aire libre, una segunda cubierta y un buen número de posibilidades de ocio con las mejores vistas del Jinji, desde gimnasios a coctelerías, pasando por restaurantes. Su lobby es grandioso, con amplios techos curvilíneos repletos de puntos de luz, y su fachada recuerda a las diferentes cubiertas de un trasatlántico.

Un gigantesco atrio central permite ver la animada planta baja desde cualquiera de sus plantas. Así, es posible ver a quienes degustan tranquilamente un té en el Fragrance Tea Lounge, o quienes se acercan al TBoat Sports Bar a disfrutar de algún partido en vivo. Los que busquen una cena de altura la tienen en el Sun Seeker, con menú chino e internacional, o en el Prince, de especialidades cantonesas (hay que sumar un japonés, el restaurante Wasabi).

Pensado sobre todo como hotel de negocios por su cercanía al polo empresarial de la ciudad, el Crowne Plaza permite a sus huéspedes relajarse bien jugando al golf junto al propio lago (gracias a un acuerdo con el Suzhou Jinji Lake International Golf Club) o en su spa, con tratamientos cosméticos faciales y corporales, así como un circuito termal.

Toda una indulgencia de diseño que es posible disfrutar a partir de 128 €/noche.