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The Alfond Inn, un oásis de arte y estilo en Florida

Este nuevo hotel en Winter Park reúne el encanto de los bistros, el espíritu de la arquitectura colonial y la quietud de unas vacaciones en Orlando.

Abierto en agosto del año pasado, el Hotel The Alfond Inn se ha convertido ya en todo un referente de exquisitez, elegancia y buen gusto en la península de Florida. Este establecimiento se encuentra en Winter Park, uno de los rincones más exclusivos del condado de Orange y que desde hace décadas vive volcado en el arte y en los jardines. Aquí se encuentra el Rollins College y el Charles Hosmer Morse Museum of Natural Art, pero también más de 70 espacios verdes únicos que la convierten en uno de los destinos más románticos.

No es de extrañar, por tanto, que The Alfond Inn se haya convertido en todo un éxito para las parejas que quieren un marco excepcional para casarse, pero también para aquellos que buscan un remanso de paz a apenas 30 minutos del aeropuerto de Orlando y situado estratégicamente entre bistros, cafeterías, museos y el campus universitario.

Con 112 habitaciones y suites (desde 140 €/noche), la estrella del hotel es la Luxury Suite, con 92 metros de superficie que incluye dos baños, un salón y un gran dormitorio, con una decoración cuidada y demasiado colorida para ser minimalista, pero sin recargar, con gusto por el vacío. El descanso es lo que prima, de ahí que incluso en las habitaciones dobles el tamaño de la cama sea King, por lo que será imposible no dormir a pierna suelta.

El complejo cuenta, además, con una amplia piscina exterior y grandes espacios para reuniones, eventos o solo para el disfrute del paseo, ya que, en total, son 1.858 metros cuadrados disponible sumando interior y exterior.

Un punto fuerte de The Alfond Inn es la gastronomía. Aquí se encuentra el restaurante Hamilton's Kitchen, cuyo menú se basa en cocina fresca de Florida, cultivada en proximidad y presentada en platos sencillos, sin formalismos recargados, en consonancia con el propio hotel en sí. Se puede optar por cenar al aire libre, en una terraza privada, o dentro del local, y es imperdonable irse de allí sin probar el pastel de cangrejo la ensalada de melón con prosciutto y Grana Padano.

Un nuevo templo culinario en un ambiente romántico y artístico. ¿Quién da más?