Quién no ha fantaseado alguna vez con dormir en un castillo, descansar sobre una cama con dosel, con mobiliario de época, alfombras persas, baños de mármol y un entorno único, perdido en la frondosidad de un bosque o en un paraje menos convencional para estos edificios como una playa… Los castillos ya no son solo para príncipes y princesas. Hay castillos que ahora se han transformado en fantásticos hoteles y que abren sus puertas al público más extravagante.
Como el de Andy Murray. El tenista adquirió el año pasado una imponente casa victoriana a 40 km de Glasgow para convertirla en un increíble hotel de lujo. El Cromlix cuenta con 10 habitaciones y 5 suites con nombres de escoceses ilustres diferentes. Pero para dormir en un castillo escocés no hace falta viajar hasta aquí. En el estado brasileño de Río Grande puedo uno pasar una noche jugando a ser rey, o reina, en el hotel Saint Andrews.
En el corazón de los alpes austríacos, en plena naturaleza, se encuentra el pintoresco castillo de Schloss Igls. A tan solo unos minutos en coche de Innsbruck, este hotel puede alquilarse en su totalidad como residencia veraniega y su atractivo ha servido para inspirar y rodar numerosas películas en la zona. No muy lejos de aquí, al este de Alemania, encontramos el Burg Wernberg, un castillo del siglo XIII cuidadosamente reformado por el arquitecto italiano Morett y convertido en hotel de lujo. Su cocina merece mención aparte.
Si buscas un clima más Mediterráneo, el sur de Francia también esconde estos alojamientos únicos que te harán sentir como en un cuento de hadas. Como el hotel Saint-Martin & Spa, un chateau ubicado entre Niza y Cannes, donde disfrutar de las vistas a la Costa Azul en una antigua comandancia de la orden de los templarios.
Pero no hace falta ir tan lejos para descansar en un castillo. En Vizcaya se alza un palacio neo medieval, con torreón neogótico de piedra caliza y mármoles de Ereño. Es el Hotel Castillo de Arteaga, de la Emperatriz Eugenia de Montijo.
Antiguos castillos que hoy son lujosos hoteles, con las comodidades del siglo XXI como camas King size, piscinas climatizadas, baños de grandes dimensiones y chefs de renombre y prestigio en sus fogones. Así, ¿quién no va a querer convertirse en reina por un día?