El pueblo de Ubud no es uno más en la isla indonesia de Bali. Se trata de uno de los centros culturales más importantes de la misma, siendo considerado el epicentro turistico de la región, y eso con apenas 30.000 habitantes. Rodeado por campos de cultivo pequeños, terrazas de arrozales y bosques, todo en tamaño 'mini', fascinan sus palacios, como el Puri Saren Agung, ocupado por el último rey de la ciudad (hasta 1978), cuyo jardín se utiliza hoy para danzas tradicionales.
El turismo de Ubud se enfoca sobre todo al senderismo (en el bosque de los monos, por ejemplo, con un templo que alberga a centenares de primates) y al yoga. Pero no hace falta ni siquiera salir de algunos hoteles del pueblo para encontrar ese reposo absoluto. Uno de ellos es, por ejemplo, el Viceroy Bali, un complejo de cinco estrellas formado por 25 villas con piscina que se encuentra a pocos pasos del municipio.
Concretamente, está en el llamado Valle de los Reyes de Bali, un lugar paradisíaco que era el favorito de la nobleza local para sus retiros y excursiones por su belleza, de ahí el título regio. Sus propietarios, una pareja australiana que aplica aquí todo su conocimiento como interioristas, quisieron que también fuera un lugar de reposo digno de monarcas, y vaya si lo han conseguido.
De hecho, cada una de las villas, construida al estilo tradicional, con techos de paja y espacios abiertos para que haya más metros cuadrados exteriores a cubierto que interiores, es un pequeño palacete. No falta una piscina de forma en L en cada una de ellas, junto a un cuidado jardín de césped, rodeada de tumbonas y plantas tropicales.
El interior, con suelos de mármol, cuenta con todos los detalles, incluidos baños de mármol gigantescos, así como un televisor de 47". Hay seis tipos de villas, desde 150 metros cuadrados (en el caso de las Garden Villas) a los 240 de la Vice Regal Villa I, todas con sala de estar diferenciada. Claro que la estrella ocupa 400 metros cuadrados. Se trata de la Viceroy Villa, con dos habitaciones, dos baños, salón, comedor con techo de paja, piscina interior y exterior...
Y las zonas comunes están a la altura. Por ejemplo, el Viceroy Bar, con su propia cava de habanos y destilados, entre otros los mejores whiskies japoneses y coñacs. O su restaurante CasCades, de cocina asiática. Todo un lujo para los sentidos desde 435 €/noche que nos convertirá en los reyes de Ubud, con permiso de los descendientes del último monarca, claro.
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