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17 villas de lujo bajo el cielo con más estrellas del planeta

Sun Karros, uno de los resorts de naturaleza salvaje mas lujosos, en plena reserva namibiana de Daan Viljoen.

A pocos kilómetros de Windhoek, la capital de Namibia, se encuentra la Reserva Natural Daan Viljoen. Es el parque más importante del país africano en el que desarrollar actividades de ocio y, como está a apenas 25 km. de la ciudad, el más visitado. En él abunda la vida salvaje y los turistas pueden extasiarse viendo grandes jirafas o elefantes, entre otros. Y no solo animales. Su cielo estrellado es impresionante. Con apenas contaminación lumínica, se pueden ver miles de estrellas y decenas de constelaciones.

Allí se encuentra uno de los resorts de naturaleza salvaje más lujosos: el Sun Karros, compuesto por 17 villas y con capacidad para hasta 300 huéspedes. Es uno de los pocos establecimientos de referencia que cuentan con las cinco estrellas en el país, y se levantó, según sus propietarios, "para los amantes de la paz y la tranquilidad que buscan, al mismo tiempo, el mejor confort".

Es por ello que nada como este lugar para que sea el punto de partida de un safari por la sabana de Namibia. El hotel cuenta con sus propios guías, que no tienen que conducir muchos kilómetros en sus 4x4 para poder avistar a los grandes mamíferos. La ruta, de hecho, comprende un mínimo de 6,5 kilómetros. Y si se prefiere ir andando, no hay problema, pues hay una ruta segura de 3 kilómetros perfecta para los adultos. En ella, uno de los atractivos es poder recoger Rooibos, el ingrediente estrella de las infusiones sin teína.

El parque Daan Viljoen carece de grandes depredadores, pero no por ello hay que descuidarse de las cebras, los kudu, las jirafas... Muchos de los pájaros van directamente al complejo, por lo que es fácil avistarlos. Les encanta la piscina, que confunden con un lago. Entre las aves endémicas se encuentra el loro de Ruppell, por ejemplo.

Con un precio por noche al que estamos poco acostumbrados cuando se trata de un cinco estrellas, apenas 86 €/noche, el hotel ofrece un restaurante de altura con cocina a la carta, de ahí que celebren muchas bodas en sus instalaciones. Y en cada villa no faltan ni las bicicletas de montaña para quien quiera dar paseo ni un surtido de bebidas frescas. Todo para hacer de la experiencia namibiana todo un sueño bajo el cielo con más estrellas del planeta.