Virgen Gorda es la tercera isla más grande del archipiélago de las Vírgenes Británicas. Bautizada por Cristóbal Colón hace más de 500 años, sus 21 km2 esconden rincones paradisíacos y playas en las que predominan la tranquilidad y las aguas cristalinas. Es allí, resguardado por un arrecife de coral, donde se encuentra el hotel Little Dix Bay, un santuario del lujo en el que no falta la playa rica en palmeras, arena blanca y vistas turquesas.
Compuesto por villas, cabañas y suites, fue inaugurado en 1964 por Laurance Rockefeller. Desde entonces, es sinónimo de lujo. Esto se aprecia en detalles como su amplia piscina junto al mar en diferentes alturas, un spa completo, taxis acuáticos para explorar los alrededores o una oferta gastronómica de altura. Por supuesto, con servicio de mayordomo y posibilidad de practicar todo tipo de actividades deportivas en el Caribe.
Este verano ofrecen la posibilidad de reservar cinco noches al precio de cuatro, o una semana pagando sólo cinco noches. Además, para los que quieran practicar fotografía submarina, han preparado una oferta especial con inmersiones, guías especializados y otros servicios para el periodo del 15 al 20 de noviembre (a partir de 5.000 $/pareja). La tarifa habitual de este resort es a partir de 4.875 $/semana, un precio a la altura del paraíso en el que está enclavado.
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