El mejor paisaje de La Perla del Valle.

Entre la comarca de la Vera y el Valle del Jerte se encuentra la llamada Perla del Valle. Es Plasencia, capital del norte de Cáceres y patrimonio del turismo nacional por su riqueza y legado histórico-artístico. No existen muchas ciudades medievales con herencia judía, siete puertas en su muralla, dos catedrales y un acueducto. Tanta riqueza destaca, pero sólo en parte, porque cualquiera de sus calles es un camino monumental que se abre entre palacetes y pedrería. La Plaza Mayor es el centro neurálgico de la actividad comercial en la urbe, como ya ocurría antiguamente y donde aún continúa la tradición con el mercado franco que se instala cada martes. La tradición judía es otros de los elementos clave de Plasencia, con la judería y el cementerio –único en toda Extremadura- como máximos exponentes.

Entre las calles de su casco antiguo y muy próximo a la muralla destaca un palacio del S.XVI que después de dos años de rehabilitación se ha reconvertido en hotel con encanto exquisito miembro de Rusticae: el Palacio Carvajal Girón. Alojándote en su interior se entiende cual es el sentido del movimiento ‘slow life’, vivir despacio para sentir mejor. Según ellos mismo dicen: “aquí sucede todo de otra manera”. Es un hotel para tomarte tu tiempo para vivirlo, tanto dentro como fuera de sus paredes. En torno a una mesa, en un rincón de lectura,… el primer paso es cada una de sus veintiocho habitaciones. Muy grandes, muy amplias, y de especial atención a todo lo que tiene que ver con el descanso. Una sugerencia, dormir con increíbles vistas a la catedral, iluminada por las noches.

Para terminar la fusión con el paisaje histórico y natural que lo rodea, Palacio Carvajal cuenta con un restaurante propio donde lo mejor de la tierra se da cita sobre la mesa. Rodeado por lugares como el Jerte o la Vera, sería absurdo no intentar entenderse a través del paladar. Ramón Caso es el chef responsable de una carta que reúne los sabores del pasado y presente, el pimentón y la cereza. Sabores que sólo son posibles aquí, en La Perla del Valle.

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