Viajar

El lujo poco convencional de la capital

Entre los edificios cercanos a la Puerta del Sol destaca el del Hotel Urban por majestuosidad y por elegancia.

El centro de Madrid está lleno de bullicio, de locales y por supuesto, de oferta hotelera. Entre los edificios cercanos a la Puerta del Sol destaca el del Hotel Urban por majestuosidad y por elegancia. No hace falta demasiado para darnos cuenta de que es un lugar diferente, lejos del estilo del Barrio de las Letras pero lleno de autenticidad y encanto urbano. Este alojamiento 5* GL miembro de Rusticae es un ejemplo de cómo conjugar arquitectónicamente la vanguardia y los rincones de autor. Los responsables del proyecto son Carles Bassó y Mariano Martitegui que junto con Jordi Clos, propietario de Derby Hotels y fundador del Museo Egipcio de Barcelona, hicieron realidad un sueño de estilo inconfundible.

Cruzando el umbral de su puerta dirigimos la mirada hacia el Glass Bar, un céntrico punto de encuentro en la ciudad para el ambiente más cool. En el otro flanco, el restaurante Europa Decó es la gran perla gastronómica. Con una puesta en escena excelente de iluminación digitalizada, paneles de cristal, chimenea de pan de oro y sillería tapizada en piel de iguana, sus platos se revelan como algunos de los bocados más exquisitos de Madrid. Destacan el trío de atún y calamares en sashimi, el tataki de kobe de Nueva Zelanda con rúcula o el secreto de ibérico con migas de pan de maíz. De hecho, sus fogones están capitaneados por el reconocido Joaquín Felipe.

Mientras tanto, cada una de sus cinco plantas cuenta con habitaciones para sibaritas del lujo poco convencional. Decoración en tonos tierra, luminosa, y salpicada de obras de arte de inspiración asiática y tribal. Y si la propuesta del Urban empezaba por una base gastronómica, también lo hace en su cúpula con el llamado ‘Cielo del Urban’. Este restaurante situado junto a su terraza, una de las más famosas de la capital, es un pequeño gran capricho por platos como el tataki de lomo fileteado de buey wagyu. Sólo lo podemos disfrutar los viernes y sábados de los meses de verano, pero… ¡Ay, cuánto disfrute!