El agroturismo exclusivo en Menorca.

Las bicicletas son para el verano, ¿y las islas? Para las islas cualquier momento es bueno, y Menorca es una buena muestra de ello. Declara reserva de la biosfera de la Unesco, la isla es exponente máximo del mestizaje de las culturas mediterráneas, reuniendo las tradiciones romanas, cartaginesas y árabes. La naturaleza es uno de sus patrimonios más notables, con una fauna y flora riquísimas y llenas de especies autóctonas. Por eso, No hay un lugar mejor para practicar el agroturismo. Precisamente la última incorporación del club de calidad de hoteles con encanto Rusticae, Finca Atalis, es un rincón especializado en comulgar con el entorno natural.

Desde Finca Atalis se ve el mar, se percibe la calma, se escucha el silencio y se vive la naturaleza. Está situada en primera línea de la playa homónima, la playa de Son Bou y cuenta con 75 hectáreas de finca orientadas a generar un espacio de máximo confort. Campos de avena, interminables llanos de césped y bosques de pinos son el marco para la ganadería, el granero, los cultivos y el edificio del hotel. Tan importante es el mundo rural, que gallinas, vacas y cerdos son inesperados acompañantes durante la estancia.

Por eso, las actividades más comunes son el excursionismo o el ciclismo. Además las playas cercanas son un mundo por descubrir por las zonas de marismas, orillas de agua cristalina y un fondo arenoso con vegetación submarina. En su interior, las protagonistas son las diez habitaciones orientadas a ofrecer la máxima comodidad. A través de la luz y los colores tenues, el descanso entra por la vista. La calidez de la madera hace el resto. Y así, sí le cogemos el gusto al agroturismo….

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