Lo del confinamiento, a priori y por experiencia previa y propia, suena mal por las razones que lo provocan en primer lugar y por lo largo que pueden llegar a hacerse los días entre las cuatro paredes de nuestra casa pero ¿y si el confinamiento fuera voluntario, ajeno a cualquier pandemia o cosa semejante y tuviera lugar en una paradisíaca isla privada de Belice? una isla privada como Placentia, con una casa como la que nos ofrece Vrbo... ¡cómo para no confinarse!.
Esta casa en una isla privada se alquila a grupos pero no acoge a más de 20 personas, todas sus habitaciones son de madera y están orientadas al exterior, siempre con el mar a la vista; la piedra y las cubiertas de paja son otros de los elementos naturales que complementan el paisaje de esta pequeña y cálida isla en la que podrás disfrutar unas vacaciones seguras, tranquilas, disfrutando del mar y la playa, de la piscina, de las barbacoas al aire libre, de los juegos de mesa, los paseos en barca, de la pesca... del mero hecho de entrar y salir de casa con total libertad, sin miedo ni mascarilla porque estás en una isla privada, en tu isla privada.
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