Hacienda Zorita Natural Reserve
Destinos

Siete siglos de historia

Tormes, de bellos álamos ceñido que le sirven de sombra, y él a ellos de espejo claro y puro... Lope de Vega.

En pleno corazón del Valle del Duero, uno de los parajes más bellos creados por la naturaleza a caballo entre las provincias de Zamora y Salamanca, se alza imponente un antiguo monasterio cuyos gruesos muros de granito han sido testigos de secretos, anhelos aventureros, oraciones, juegos infantiles, horas de estudio, leyendas de hombres guerreros e inspiración de poetas.

Hacienda Zorita, el primer wine hotel de España que, además de una ubicación privilegiada, tiene en su haber más de setecientos años de historia. Una historia que se remonta al s. XIV cuando el futuro pequeño rey Alfonso XI disfrutaba sus veranos en la hacienda en compañía de Dña. Inés Limoges, su preceptora oficial. Con el tiempo, esta ilustre dama fundó un monasterio que acabó donando en 1366 a la orden de San Esteban de los Frailes Dominicos de Salamanca. Desde entonces y hasta 1881 –año en que D. Tomás Solís adquirió la finca y sus tierras durante la célebre “Desamortización de Mendizábal”– Hacienda Zorita cultivó con esmero el arte de la acogida, albergando a catedráticos, ilustres literatos y al mismísimo Cristóbal Colón. El XX, desde luego, no fue su siglo. Abandonada y decadente, la hacienda amenaza la ruina cuando el Marqués de la Concordia decidió devolverle su antiguo esplendor.

Así, la Casa Grande con sus veinte habitaciones, tres suites con vistas al río Tormes, diecisiete villas con jardín privado más una espectacular bodega de crianza Marqués de la Concordia –reconstruida por el arquitecto Peridis– que alberga los mejores vinos del marqués en más de mil barricas de roble americano, volvió a abrir sus puertas en 2004 recuperando la larga y noble tradición de la hospitalidad y creando un nuevo concepto del lujo y el estilo de vida: “sin prisas” con un toque vanguardista.

El clima privilegiado del valle se une al marco incomparable que rodea las tierras de la Hacienda Zorita para ofrecer al viajero no solo un lugar para descansar, sino un espacio único donde saborear alimentos naturales de altísima calidad elaborados con esmero en la propia granja de la hacienda –Hacienda Zorita Organic Farm–, disfrutar de las increíbles vistas del Tormes, de deliciosos paseos entre viñedos descubriendo los secretos de la elaboración del vino, de catas privadas y del viejo molino edificado en el año 789 hoy convertido en un exclusivo Wine Spa con tratamientos de belleza personalizados y una barrica de vinoterapia que lo hacen único.