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Castillo Monasterio D'Escornalbou

Un balcón al mediterráneo.

Muy cerca de la ciudad de Tarragona, en la localidad de Riudecanyes, encontraron refugio en una montaña de frondosos bosques los moriscos que huían del azote de los cristianos durante la reconquista. Pero no estuvieron allí por mucho tiempo. Tras una batida para expulsar a los rezagados, Alfonso I de Aragón cedió las tierras D'Escornalbou al canónigo de la ciudad catalana con la condición de construir allí un monasterio en honor a San Miguel.

Y así se hizo. En aquella densa vegetación se construyó un castillo y monasterio, con altos muros, para defenderlo de fugitivos y sarracenos. Este es el origen del espectacular Castell Monastir D'Escornalbou. Durante años fue un lugar de recogimiento y clausura. Habitado primero por canónigos, fue cedido después a los monjes franciscanos y convertido en seminario hasta su exclaustración. Poco a poco fue perdiendo relevancia y cayendo en el olvido. Y así llegó hasta principios del Siglo XX, cuando la alta burguesía catalana, empezó a comprar edificios históricos para rehabilitarlos y convertirlos en sus lugares de residencia. Gracias a ellos algunos de estos preciosos monumentos han llegado hasta nuestros días en perfecto estado de conservación y podemos disfrutarlos tal y cómo eran.

El Castell Monastir de San Miguel D'Escornalbou fue adquirido por Eduard Toda en 1911, quien lo restauró a su gusto con total libertad. Conservó elementos de la antigua iglesia y del claustro aunque convirtió en jardín gran parte, para poder disfrutar de una de las mejores vistas de la comarca.

Visitar este lugar es saber más de la historia de Cataluña y conocer como era el ambiente de las casas señoriales en las que vivían aquellos hombres y mujeres acaudalados de principios del Siglo XX. La casa se muestra a los visitantes cuidadosamente conservada, con sus diferentes estancias, algunas muy interesantes, porque albergan muestras de colecciones personales que Eduard Toda reunió en sus viajes por el mundo. Vicecónsul en Macau, Hong Kong, Shangai y cónsul en Egipto, llegó a participar en excavaciones en Tebas y a reunir una gran colección de arte que cedió más tarde al Museo de Arqueológico en Madrid.

Las visitas son guiadas y conviene reservar si queremos las explicaciones en castellano o cualquier otro idioma distinto al catalán. El teléfono del monumento es 977 834007 y el correo electrónico escornalbou.cultura@gent.cat
Abren de martes a domingo desde las 10h de la mañana y el cierre depende de las fechas. Ahora en invierno la última visita es a las 17h 30. Toda la información se puede encontrar en la página web del monumento.

La silueta rojiza de este monasterio fortaleza preside la montaña que lleva también su nombre. El lugar es bellísimo y visitarlo muy recomendable, los niños siempre aprenden en las salidas culturales. Además se puede pasear por las inmediaciones por la senda de los frailes que sale desde el monasterio y da una vuelta por la montaña. Son 450 metros de recorrido con varios miradores entre piedras de caprichosas formas a causa de la erosión.

La preciosa ciudad de Tarragona se encuentra a 33 km de distancia. Hay mucho que ver, playas, monumentos y una escapada a este precioso Castillo Monasterio D'Escornalbou. Un plan perfecto para toda la familia. Un lugar mágico y secreto por descubrir.