Monte Palandöken
Viajar

Un descenso 'a la turca'

El este del país esconde estaciones de esquí que rivalizan con las alpinas...

A la hora de pensar en destinos de esquí, pocos piensan en Turquía. Sin embargo, la península de Anatolia cuenta con una docena de estaciones que poco tienen que envidiar a las alpinas. Son especialmente majestuosas las que se encuentran al este del país, en las regiones fronterizas con Armenia. Entre ellas destaca la de Erzurum, en las faldas del monte Palandöken, de 3.271 m. de altura.

Estamos ante una ciudad con muchos siglos de historia y restos arqueológicos en la que conviven mezquitas, madrazas, fortalezas y tumbas. Con posibilidad de practicar allí esquí alpino, de fondo (cross) y snowboard; entre sus 20 pistas se encuentran algunas de las más largas del mundo (12 km. de largo), así como de las más empinadas, de ahí que sea el lugar favorito de muchos esquiadores expertos (por supuesto, no faltan los telesillas ni los telesquís para llegar a las cumbres).

En total, 28 kilómetros esquiables y una estación en la que no faltan los servicios de lujo. Así, encontramos hoteles como el Renaissance Polat Erzurum, perteneciente a la cadena Marriot y que es el único cinco estrellas de la región, o los dos de la cadena turca Dedeman, cuatro estrellas en los que el servicio tiene un toque étnico y una decoración muy particular que choca con lo que esperamos a la hora de hablar de nieve e invierno.

Para llegar es necesario volar desde Ankara o Estambul. Luego será un autobús o un coche particular el que nos lleva a Erzurum y, de ahí, 15 km. hasta las pistas. Una rocambolesca ruta que merecerá la pena por esquiar en uno de los paraísos desconocidos del esquí mundial.