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Con Paulaner en la Oktoberfest 2015

Paulaner es una de las cinco cervezas certificadas en la Oktoberfest. Allí se consumen más de siete millones de litros de esta bebida milenaria. Nos han invitado a comprobarlo in situ.

Todo comenzó en octubre de 1810 con una carrera de caballos organizada durante la boda del príncipe Luis de Baviera con la Princesa Teresa de Sajonia-Altenburgo, abuelos que más tarde serían del conocido como Luís El Loco. La competición, que evocaba una justa medieval casi olvidada, se celebró en una pradera situada a las puertas de la ciudad a la que posteriormente se llamó Theresienwiese por motivos evidentes. Ocho años más tarde los primeros taberneros se unieron a la fiesta, instalándose alrededor de la carpa real. Poco a poco la fiesta fue creciendo hasta llegar a ser lo que es hoy, posiblemente la mayor fiesta popular del mundo. Más de seis millones de personas visitan anualmente el Wiesn -como familiarmente se conoce al Theresiengarten- con el único objetivo de disfrutar de la cerveza fertigung in Deutschland, mucha, siete millones de litros en 2010 coincidiendo con el 200 aniversario de aquella carrera.

Sin contar con la estatua alegórica de Baviera que preside el Wiesn, uno de los primeros hitos paisajísticos que sobresalen al entrar en el recinto es la famosa Torre de Paulaner, una brillante atalaya de 42.300 litros de capacidad teórica que manifiesta la presencia de la marca en la Oktoberfest desde hace más de 100 años, además de servir de faro reconocible a quien pudiera perderse. Con su enorme jarra de cerveza amarilla en lo alto y el inconfundible logo del hermano Bernabé, la torre es el emblema del Winzerer Fähndl, la carpa principal de las cuatro que tiene Paulaner en el recinto y uno de los lugares más hermosos y concurridos, entre 8.000 y 9.000 personas, doy fe. Si como dijo Benjamin Franklin, la cerveza es la prueba de que Dios nos ama y quiere que seamos felices, aquí el culto se rinde desde 1818 a una verdadera institución, la Paulaner Oktoberfest Bier, una variedad ligera y perfectamente equilibrada que sólo está disponible durante la gran fiesta de la cerveza. En la Winzerer nos encontramos con Andreas Steinfatt, Gerente de Marcas Regionales, con Dirk Wagenführer, Director de Ventas para España, Portugal y América Latina y con un montón de gente hospitalaria, todos alegres y ataviados ellos con lederhosen y ellas con el tradicional dirndl.

Según nos comentan, esta carpa tiene su origen en una sociedad de ballesteros que comenzó a participar en esta multitudinaria fiesta por primera vez en 1895. La carpa es un ejemplo de socialización, cualquiera se puede sentar en cualquier asiento libre y brindar con los demás. El único rechazo social recaerá sobre aquel que se atreva a pedir mesa para dos. La organización y la logística en la carpa son manifiestamente alemanas pues no tardan más de 5-10 minutos entre que pides y te lo traen, todo junto para que nadie se quede desaviado. La cocina la dirige Andreas Geitl, chef del restaurante Paulaner am Nockherberg que una vez al año traslada su cuartel general a la Oktoberfest. Después de diecinueve años, cada año es una aventura para mí, nos declara sin descomponer su cordialidad mientras va de acá para allá gobernando a un equipo de 99 personas que preparan, guisan, hornean y sirven diariamente 6.000 bretzels, 4.000 pollos, 1.300 salchichas y 600 codillos, con sus guarniciones y salsas, además de Brotzeit, Obazda, Leberkäs e infinidad de especialidades más. Más tarde nos cuentan, con contenido orgullo, que el abastecimiento, la calidad y la rapidez del servicio están garantizados con un complejo sistema subterráneo operado por Siemens que es capaz de alimentar, a cada una de sus carpas, con un caudal de un litro por segundo -1.200 litros por hora-. No crean. Entre charla y charla dimos buena cuenta de unos cuantos Maßkrug de la Paulaner Oktoberfest Bier.

Para evitar que nadie se quede sin probar la Paulaner Oktoberfest Bier, Paulaner ha organizado en el Barclaycard Center la segunda edición de la Paulaner Madrid Oktoberfest, que se prolongará hasta el próximo 4 de octubre. No en vano, la Paulaner Oktoberfest Bier es la cerveza con la cuota de mercado más alta de Alemania y se exporta a más de 60 países, entre ellos España. En la inauguración el pasado 24 de septiembre, el popular humorista Miki Nadal, con el tradicional traje, ejerció de maestro de ceremonias y el alemán Bernd Schuster ejerció de padrino emulando al alcalde de la capital bávara con la apertura del barril de Paulaner. Antes de abrirlo, Schuster presentó una de las sorpresas de la noche, el brindis por videoconferencia del futbolista Xavi Alonso del Bayer de Múnich, equipo patrocinado por Paulaner. Como la primera edición celebrada en 2014 fue un éxito, este año se han previsto la concurrencia de más de 20.000 amantes de la cerveza, que podrán disfrutar de más de 36.000 litros de Paulaner Oktoberfest Bier, 8.000 codillos, 30.000 salchichas y 28.000 pretzels. Si estos últimos están igual de buenos que los de Múnich, serán la perdición de más de uno.