Escena

Una 'Alcina' contemporánea se sube a las tablas del Teatro Real

Alcina y Ruggiero pisan por primera vez el escenario del Teatro Real bajo la dirección del neoyorquino David Alden.

A Alcina le gusta coleccionar amantes. Los embruja, los seduce y se los lleva a su isla mágica donde viven prisioneros de su encanto femenino. Todo son risas y placeres mientras los disfruta, hasta que se harta de ellos; y es que Alcina tiene la extravagante costumbre de convertirlos en rocas y piedras, en árboles retorcidos, en bestias salvajes. Según tenga el día. Su última adquisición es el joven Ruggiero; un atractivo caballero de la corte de Orlando que, lejos de sentirse cautivo, vive un idilio de ensueño con la seductora hechicera. Claro que Bradamante no está dispuesta a permitir que Alcina se recree entre los brazos de su prometido y sale a rescatarlo disfrazada de hombre, en compañía del mago Melisso. Pero cuál es su sorpresa cuando descubre que Ruggiero, perdidamente enamorado de la sacerdotisa, ha olvidado por completo su vida anterior.

Así contado, nadie diría que el genio musical de Händel, tan estricto y codificado, iba a convertir el poema épico de Ludovico Ariosto en una de las óperas —Alcina— más exitosas de su repertorio, además de una de las más representadas en el panorama operístico británico. Y si entre las notas del compositor alemán, los versos de Orlando furioso adquieren un tono mucho más erótico, lúdico y contemporáneo que bajo la visión de sus colegas Verdi o Wagner, en las manos de David Alden —uno de los directores más prolíficos, influyentes y provocadores del mundo de la ópera— el universo mágico de Alcina se torna en un mordaz negativo del libreto original. Y es que en su propuesta, el director neoyorquino le tira de la barba al acomodo burgués, al tedio, la insatisfacción y las responsabilidades, convirtiendo el cautiverio de Ruggiero en una idílica vía de escape, la trampa de Alcina en un paraíso rebosante de fantasía, mientras que la bienintencionada Bradamante pasa de heroína libertadora a ladrona de sueños.

Esta versión contemporánea de la obra de Georg Frederich Händel es la elegida por Joan Matabosch —flamante director artístico del Teatro Real desde hace dos temporadas— para poner en escena por primera vez en Madrid Alcina, la ópera mágica (y una de las más brillantes) del maestro del Barroco. Una asignatura pendiente en el repertorio del coliseo madrileño que podrá disfrutarse desde el 27 de octubre al 10 de noviembre en diez funciones que conmemoran el quinto centenario de la primera edición del poema épico de Ariosto.

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Ópera seria en tres actos.
Libreto anónimo basado en L’isola d’Alcina (1728), de Riccardo Broschi, a partir de los Cantos VI y VII del poema épico Orlando furioso (1516) de Ludovico Ariosto.

Estrenada en la Royal Opera House Covent Garden de Londres, el 16 de abril de 1735
Estreno en Madrid
Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con el Grand Théâtre de Bordeaux
Orquesta Titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid)

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