Brahms, Wagner, Gustav Mahler, Bach y Mozart fueron su inspiración y su modelo de composición. Alexander von Zemlinsky su maestro. La invención de la “música dodecafónica” su gran hazaña, la gran revolución de la estética musical del siglo XX. Y Moisés y Aarón, Moses und Aron, su inconclusa obra maestra. Pero además de violinista precoz, violonchelista y compositor prácticamente autodidacta, Arnold Schönberg (Viena, 1874-Los Ángeles, 1951) transitó por otras disciplinas artísticas como la pintura, la poesía y el ensayo literario, tanteó la filosofía y colaboró con su amigo, el gran arquitecto vienés Adolf Loos quien plasmó en sus edificios algunas de las partituras de Schönberg.
El próximo 24 de mayo el Teatro Real estrena en Madrid la versión escénica de Moisés y Aarón, la monumental ópera inacabada de Arnold Schönberg (1874-1951), referencia absoluta del teatro lírico contemporáneo. Una coproducción del Real y la Ópera de París firmada por Romeo Castellucci que ahonda en las cuestiones filosóficas y ontológicas de la obra a través de una propuesta conceptual que emplea la metáfora y el simbolismo para transmitir la idea de Dios: único y todopoderoso, descrita por el compositor austriaco. Avalada por el impresionante montaje (no exento de polémicas) y el éxito de su estreno parisino en la Ópera de la Bastilla, la puesta en escena hace honor a la descomunal maestría de Schönberg que, mediante esta pieza inspirada en los textos del Éxodo, deja aflorar sus más profundas inquietudes éticas, religiosas, filosóficas.
Si Thomas Mann creó a su Doktor Faustus evocando a Arnold Schönberg, éste inventó un Moisés atípico, mucho más cercano al descrito por su amigo y compañero de destierro en La ley —aunque el músico prefería compararlo con la escultura de Miguel Ángel: no es humano en absoluto, escribía— que al personaje sagrado descrito en el libro del Éxodo. El Moisés que aquí se presenta no es el Moisés de la Biblia, sino el de Schönberg, “el hombre Moisés”. Un hombre incapaz de cumplir la misión que le ha encomendado una voz salida de un arbusto ardiente, explica Romeo Castellucci. Pues en el libreto, también escrito por el compositor, Schönberg recrea la narración bíblica modificándola a su antojo. De ahí la importancia extrema de un texto configurado en perfecta (e indisoluble) conexión con la música, que eleva al máximo la voz de la raza e identidad judías como un revulsivo contra Hitler y el antisemitismo que le condujo al exilio.
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Moses und Aron, de Arnold Schönberg. Libreto del compositor, basado en el libro del Éxodo de la Biblia.
Duración aproximada: 1 hora y 45 minutos, sin pausas.
Fechas y horarios: 24, 28 mayo. 1, 5, 9, 13 y 17 de junio de 2016 a las 20:00 horas; domingos, a las 18:00 horas.
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