Mischa Maisky ©Bernard Rosenberg
Escena

Mischa Maisky inaugura el Ciclo Golberg en el Auditorio Nacional

El violonchelista Mischa Maisky inaugura el próximo 3 de diciembre la primera temporada del Ciclo Golberg Grandes Conciertos en el Auditorio Nacional.

El Ciclo Golberg Grandes Conciertos se presentó el pasado mes de abril. Nace con la intención de facilitar la expansión de la música clásica con programas dirigidos tanto a melómanos empedernidos como iniciados. El repertorio, novedoso y atractivo, estará a cargo de intérpretes de primer nivel. Algunos debutarán en el Auditorio gracias a este ciclo y otros regresarán tras un largo periodo de ausencia. Inaugura la temporada Un Bach de Leyenda. Un recital a cargo del violonchelista Mischa Maisky, con las suites número 1, 4 y 5.

Cinco conciertos extraordinarios convivirán, entre diciembre 2019 y mayo 2020, con la programación del Auditorio Nacional de Música de Madrid, con destacados artistas internacionales entre los que destacan el pianista Denis Matsuev y el violinista Vadim Repin.

Mischa Maisky nació en Riga (Letonia) en 1948. Por aquel entonces el país formaba parte de la antigua URSS. Su maestría con el violonchelo se intuía desde la infancia, cuando comenzó su formación en la Escuela de Música Municipal de Riga. Más tarde, en el Conservatorio de Moscú —tras pasar por el de Riga y Leningrado— recibió clases del maestro Rostropóvich bajo cuya tutela desarrolló una carrera sin precedentes en la Unión Soviética.

Sin embargo, a comienzos de la década de los 70 su trayectoria personal y profesional sufrió un tremendo revés. Resulta que su hermana, también música profesional, decidió huir a Israel. Desde entonces, las cosas no fueron bien para familia hasta el punto de que Maisky fue condenado a dos años en un campo de trabajo en el oeste de Rusia. Aunque finalmente consiguió librarse de la prisión, también tuvo que exiliarse en Jerusalén. Las autoridades soviéticas consistieron con la condición de que pagara el coste completo de sus estudios.

Zubin Mehta, que por entonces simultaneaba la dirección de la Orquesta Filarmónica de Israel y la de Los Ángeles, involucró a Maisky para participar en la siguiente gira estadounidense. Poco después debutó en el Carnegie Hall con la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh bajo la dirección de William Steinberg. Por mediación de Rostropóvich estudió con Gregor Piatigorsky hasta que en 1977 interpretó en Londres su primer recital junto al piano de Radu Lupu.

A la hora de abordar la interpretación, el chelista letón se involucra de lleno en la pieza. No sólo estudia la partitura, se centra también en la trayectoria del compositor, el contexto histórico que le tocó vivir, las condiciones en las que creaba… “Trato de pensar en lo que él trataba de expresar. Y es maravilloso porque uno encuentra muchas cosas en el camino”, afirma.

Muy demandado como músico de cámara, Mischa Maisky ha actuado bajo la batuta de directores extraordinarios —Riccardo Muti, Leonard Bernstein o Daniel Barenboim— y artistas de la talla de Martha Argerich, Lang Lang, Peter Serkin, Gidon Kremer, Yuri Bashmet, Vadim Repin, Maxim Vengerov, Joshua Bell, Julian Rachlin y Janine Jansen, entre otros.

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