Como una metáfora sobre la condición humana llega a la Pensión de las pulgas una de las comedias más asfixiantes y ambiguas de la temporada, La balsa de Medusa. Escrita por Antonio Escribano y puesta en escena por Manu Bañez, el montaje de la obra gira en torno a los impulsos, el inconsciente, el miedo a lo desconocido. Al temor irracional a los cambios y la resistencia a los mismos, dejando al descubierto las debilidades humanas más primitivas: la cobardía, la frialdad, la autocompasión, la resignación, el cinismo.
Como el óleo de Gericault —símbolo del romanticismo pictórico francés—, cuyo dramatismo pone de manifiesto el deterioro del comportamiento humano en situaciones límite (hambre, sed, muerte, desesperación), la obra teatral sube al escenario a un conjunto de personas atenazadas por el miedo; el miedo a un cambio de ciclo que amenaza con poner toda su vida patas arriba. Y no solo sus vidas, sus principios, sus creencias, su estatus social… Los cimientos del único mundo que conocen se tambalean arrojándoles a un inmenso océano de incertidumbre que destapará lo peor de cada uno, sus instintos básicos, su lado salvaje, hasta las últimas consecuencias.
El doctor Aliaga y su esposa Rebeca se disponen, tras asistir a un concierto, a alargar la velada en su elegante ático urbano. Y aunque tanto el cáterin como algunos de sus invitados no acuden a la cita, nadie parece darle mayor importancia al imprevisto, continuando la reunión entre risas, comentarios y un improvisado aperitivo. Sin embargo, al día siguiente los protagonistas descubren que, por algún extraño motivo, nadie puede salir a la calle. El asunto se complica a medida que empiezan a escasear alimentos y bebidas y el aislamiento se hace cada vez más patente. Es entonces cuando la atmósfera comienza a oscurecerse, el espacio se reduce de manera sofocante y, al tiempo que agotan las provisiones, invitados y anfitriones van perdiendo los papeles. Los papeles, la educación, las buenas maneras… Todo cede ante el más primario y poderoso de los instintos: la supervivencia.
Marcial Álvarez, Natalie Pinot, Antonio Escribano, Sara Illán, Antonio de la Fuente y Josh Sánchez dan vida a los seis personajes que agarrándose a la vida y la esperanza como auténticos depredadores, van cediendo cada uno a su manera ante el único, demoledor fin posible.
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La balsa de Medusa
Autor: Antonio Escribano
Director: Manu Bañez. Ayte. de dirección: Irene Calabuig
Interpretes: Marcial Álvarez, Natalie Pinot, Antonio Escribano, Sara Illán, Antonio de la Fuente y Josh Sánchez.
La Pensión de las Pulgas
Horarios: Lunes a las 20h - 22h. Martes 22h
Reservas: Teléfono: 638752812 (de 11h a 14h y de 17h a 20h)
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