Escena

Dralion. El Circo del Sol

Toda la magia del Circo del Sol, que bien podría ser llamado, con todas las de la ley, el mayor espectáculo del mundo.

En 1952, se estreno una película sobre el mundo del Circo. La dirigía Cecil B. DeMille, la protagonizaban, entre otros, Charlton Heston y James Stewart -ese disfraz de payaso-, y básicamente contaba la vida de una compañía de Circo -la más grande de aquella época-, la Ringling Bros. and Barnum & Bailey. Un circo ambulante de tres pistas donde trabajaban más de 1.400 personas y varios cientos de animales, y cuyo equipamiento se trasladaba en 60 remolques. La llamaron El mayor espectáculo del mundo.

Más de 60 años después, puede que ese título también se lo lleve un circo. En esta ocasión, canadiense, y de nombre Cirque du Soleil. Solo que es un poco "mayor". 20 espectáculos en funcionamiento en todo el mundo, incluidos los permanentes instalados en la ciudad de Las Vegas, solo los cuales reciben más de 3 millones de espectadores cada año. Algo así como 5.000 personas en plantilla y toda una infraestructura que hacen palidecer a cualquier otro montaje circense.

Ahora se representa en Barcelona Dralion, fusionando elementos de Occidente y Oriente (de ahí el nombre, una mezcla de Dragón -Oriente- y León -Occidente) en un montaje que ya llevan representando por todo el mundo desde 1999. Toda la magia del Circo del Sol, que bien podría ser llamado, con todas las de la ley, el mayor espectáculo del mundo.

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