En plena recesión eceonómica, entre los últimos años de la década de los 20 y los primeros de los 30, la sociedad norteamericana vivió tiempos muy duros. Fue la época de Steinbeck, de Faulkner, la de John Dos Passos; la de la desilusión y el cuestionamiento literario del capitalismo. Una época oscura, de miseria, violencia y tremendas necesidades en la que los maratones de baile surgieron por doquier, como una manera aparentemente sencilla de conseguir dinero. Porque la verdadera naturaleza de esos concursos, cuya consigna consistía en bailar hasta la extenuación, era mucho más siniestra.
Un reflejo de esa sociedad desolada que Horace McCoy —otros de los escritores de la llamada “Generación perdida”— supo retratar con toda su crudeza en la novela They Shoot Horses, Don't They? (¿Acaso no matan a los caballos?) y que más tarde, en 1969, llevo al cine Sidney Pollack, bajo el título Danzad, danzad malditos. Con la Gran Depresión como escenario, el crack de la bolsa neoyorquina y la gran sequía posterior como telón de fondo, novela y película giran en torno a uno de esos maratones infernales. Bailar, bailar, bailar. Día y noche. Sin apenas comer ni dormir y en el horizonte, una suculenta recompensa: 1500 dólares en metálico. Espectáculos de la miseria donde los personajes danzan con la vana esperanza de sobrevivir.
El Teatro Español (Madrid) sube a su escenario Danzad malditos, la primera adaptación teatral de la obra de McCoy versionada por el dramaturgo Félix Estaire y dirigida por Alberto Velasco. Una pieza de teatro, danza y competición, apunta el director, que pretende reflejar la lucha real de los competidores en estos maratones peleando en directo por continuar la obra, eliminando a aquéllos que no superen las pruebas de resistencia, estética, azar… solo seguirán adelante los ganadores.
Los malditos de Félix Estaire y Alberto Velasco —Guillermo Barrientos, Carmen del Conde, Karmen Garay, Jose Luis Ferrer, Rubén Frías, Ignacio Mateos, Nuria López, Sara Parbole, Txabi Pérez, Rulo Pardo, Sam Slade, Ana Telenti, Verónica Ronda, Alberto Frías— se enfrentan de este modo a una función diferente cada día, tanto en su desarrollo como en su progresión y final; una función arriesgada cuyo guion carece de patrones preestablecidos, pues su objetivo es convertir la ficción en una realidad (casi terrible) y una forma contundente de rendir homenaje a los perdedores, a los que cada día se quedan en el camino intentando alcanzar un sueño, a todos lo que luchan por su dignidad sin importar las consecuencias.
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Fechas: del 25 de noviembre al 13 de diciembre de 2015
Naves del Español - Sala Max Aub
Horario: de martes a sábado a las 20.30h y domingos a las 19.30h.
Precio: Entradas 18€. Martes, miércoles y jueves 25% de dto.
Duración: 85 min. aprox. (sin intermedio)
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