Auto de los inocentes. Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Escena

Auto de los inocentes. Compañía Nacional de Teatro Clásico

'Auto de los inocentes' no es una obra original, aunque tres cuartas partes del texto sean de nueva creación. Tampoco es exactamente una adaptación, pese a que incluya el 'Auto de los Reyes Magos' del s.XII.

"Auto de los inocentes no es una obra original, aunque tres cuartas partes del texto sean de nueva creación. Tampoco es exactamente una adaptación, pese a que incluya el Auto de los Reyes Magos, tres piezas del Romancero viejo y sendos fragmentos del Auto de La vida es sueño, de Calderón, y del Auto del Hospital de los locos, de Valdivielso". Lo explica Pedro Víllora, creador (junto a José Carlos Plaza) de esta nueva obra situada en un campo de refugiados del siglo XXI.

La idea parte, efectivamente del Auto de los Reyes Magos. Un texto medieval anónimo (se escribió hacia 1180), considerado como la semilla del teatro castellano. Se trata de una pieza basada en el Evangelio de San Mateo cuya ingenuidad, delicadeza y candidez argumentales no sortean las irregularidades del poder. Surge en el contexto de los dramas litúrgicos de Pascua de los siglos XI y XII (originados a su vez en los responsorios de los siglos VIII y IX).

En esta reducida obrita de arte la magia, la ciencia y la interpretación de algunas anomalías de la naturaleza conviven en un mejunje sublime e infantil. Pero no es el argumento la principal virtud del relato evangélico, sino su estructura dramática. “El auto representa además  la ilusión”, apunta José Carlos Plaza. “Mantiene que sea cual sea la circunstancia  existe  la esperanza de  alcanzar algo de respeto,  de aliento o al menos de calor humano”.

La CNTC estrenó Auto de los inocentes el pasado 21 de septiembre en el Teatro de la Comedia de Madrid. La puesta en escena reproduce a la perfección la denuncia social de los coautores de la dramaturgia. Situar el auto en el peor de los ambientes posibles —un campo de refugiados— nace de la necesidad de conectar el bochorno, la injusticia y la miseria con la esperanza de poder creer en el futuro. Complejo, sin duda, en semejante lugar donde se destruye la inocencia a dentelladas.

Trasladar el breve poema del siglo XII al trágico presente de los refugiados responde a la necesidad destacar el carácter ejemplar y curativo de las representaciones artísticas en un contexto asfixiante, desagradable, lejano y a la vez tan próximo. “Aceptada esta premisa, sigue Víllora, había que construir toda una historia y unos personajes que justificasen dramatúrgicamente la inserción del Auto de los Reyes Magos”. De esta manera van naciendo sus protagonistas (un educador, una doctora, dos ayudantes, un político...), responsables del funcionamiento del sistema; y los diferentes refugiados: un joven rico y educado, una niñada violada cientos de veces, huérfanos… Y, con ellos, los que saltan las vallas, los que caen en la barbarie, los que han perdido la esperanza.

Sin embargo, este campo ficticio no se parece en realidad a un ninguno de los existentes en mundo de hoy. Precisamente porque trata de reunir barbarie y esperanza en un mismo contexto: la primera, humana; la segunda, el fruto de la cultura, el arte, el teatro.

+

Auto de los inocentes. CNTC. Teatro de la Comedia (Madrid). Dramaturgia: José Carlos Plaza / Pedro Víllora. Dirección: José Carlos Plaza. Hasta el 21 de octubre.

Salir de la versión móvil