Formados en un bar del barrio de Malasaña en 1985, Los Enemigos fueron una de las grandes bandas españolas de los años 80 y 90. Su irrupción en el panorama musical no pudo ser mejor, el mismo año de su formación ganaron el IX Trofeo de Rock Villa de Madrid, cuando este certamen era importante y serio (luego se convirtió en algo bastante lamentable), lo que les permitió grabar un maxi. Unos meses después publicaron con el sello Grabaciones Accidentales su primer álbum, titulado “Ferpectamente”.
Liderados por el cantante, guitarrista y compositor Josele Santiago, Los Enemigos eran inicialmente Artemio Pérez en la batería y Roberto Arbolea en el bajo, quien poco después es sustituido por Michi González. En 1986 se incorporó al grupo un músico fundamental en la historia y el carácter de la banda, Fino Oyonarte, que remplazaba a su vez al bajista Michi. En el 88, y tras la publicación de “Un Tío Cabal”, Artemio abandonó el grupo por diferencias con Josele y entró en su lugar Chema Animal Pérez, apodado así por su contundente manera de tocar la batería.
Honestos, rockeros y algo desarrapados, Los Enemigos se ganaron prestigio, cierta fama y unas ventas más que dignas (aunque su compañía siempre pedía más y más). Un sonido rockero fuerte y musculoso, la sincera y quebradiza voz de Josele y su aspecto normal, de gente del barrio, eran sus mejores credenciales. Sus directos eran intensos aunque el sonido no solía hacerles justicia y se mostraban bastante sucios y la débil voz de su cantante se rompía y se perdía a los pocos minutos de empezar. Pero merecían la pena.
La canción “Septiembre” estaba incluida en el Lp que publicaron en 1990, su tercer álbum, “La Vida Mata”. La letra está basada en un caso real y cuenta los últimos pensamientos de un adolescente momentos antes de ahorcarse. Josele Santiago, su autor, la escribió tras leer en el periódico la noticia de un chaval que no pudo aguantar la presión que sentía ante los exámenes de septiembre, lo que le llevó a suicidarse. Aunque el autor suele decir que no recuerda muy bien dónde leyó el caso, sí tiene claro que lo que más le impresionó fue la nota de dejó el joven suicida: “Id a por el pan, que yo no voy a ir”.
Un caso terrible que adquiere un brutal dramatismo con la lírica y el contundente sonido de la banda. Huyendo de cualquier tinte de melancolía y de tristeza, buscan el contraste con el sonido de las guitarras a rock crudo, descarnado. Ya está aquí, como cada año, septiembre.
¿Por qué estoy frío si hoy hace calor?
Yo iba a ser un gran tío, todo un ganador
¿Será que no es lo mío esta competición?
¿Por qué os reís tanto delante de Dios,
delante de Dios?
Lo he intentado de corazón
Me hubiera encantado lo sabes señor
¿Es cierto que no tengo?
¿Es cierto que no tengo?
¿Es cierto que no tengo?
Ninguna vocación
Ya es septiembre
y yo no voy a estar
en septiembre
En septiembre
no pienso vendimiar
en septiembre,
septiembre, septiembre,
septiembre, septiembre,
septiembre…
Id a por el pan
que yo no voy a ir
y a por la leche
yo no voy a estar.
Antes de que me echen
prefiero salir,
aunque sea abriendo
la puerta de atrás
la puerta de atrás
Mientras los frailes
vayan a rezar
mientras los bailes
sean sin mí igual
yo besaré a la madre
besaré a la madre
besaré a la madre
que hoy me velará…
Ya es septiembre…
Voy a estrenar
corbata hoy.
Por fin haré algo de verdad
¡Qué feliz soy!
Ya es septiembre
Septiembre
Septiembre
Septiembre
mi último septiembre.