Estos chicos están viviendo uno de los años más excitantes de sus vidas. El cuarteto de Liverpool Clean Cut Kid lleva una trayectoria imparable y hasta el momento llena de positivos sobresaltos. A principios de 2015 dieron un primer paso al conseguir un mánager que coordinase sus movimientos. Poco después tuvieron que retrasar más de una hora el comienzo del segundo de sus conciertos para que los jefazos de un importante sello discográfico pudieran entrar en el local en el que actuaban. Y en abril fichaban por Polydor. Y ahora Clean Cut Kid publica su nuevo single, “Runaway”, que está levantando una enorme polvareda. Van como un cohete.
Las armonías vocales, los juegos de voces que realizan el matrimonio formado por Mike Halls, cantante y guitarrista, y su esposa, Evelyn Halls, cantante y teclados, son parte fundamental del sonido de Clean Cut Kid. Te atrapan al instante. Los contagiosos ritmos de la batería y el punzante latido del bajo, cuestiones que corren a cargo de Ross Higginson y Saul Godman, también forman parte del gran encanto de este grupo que debutó hace unos meses con un simple en el que la cara A lo ocupaba una pegadiza y risueña canción titulada “Vitamin C”. Ese fue el detonante de su imparable ascenso. En el otro lado del single aparecía “Twenty Years From Now”, una balada que revelaba el lado más suave y también más profundo de Clean Cut Kid.
Con su sonido brillante, de tono alegre y contagioso, con multitud de capas de voces que arropan las excelentes melodías que construyen, Clean Cut Kid recuerda a los momentos más inspirados de Arcade Fire, Vampire Weekend o los bailongos Friendly Fires. Pero también se puede encontrar coincidencias con The Magic Numbers o con Kings Of Leon, todo depende del momento de la escucha y del detalle concreto. Todos estos son motivos más que suficientes para que nuestras inquietas orejillas estén muy alertas con los próximos movimientos de Clean Cut Kid, que prometen ser grandes.
Su nueva canción, “Runaway”, sin duda les va a ayudar en su camino hacia la cima. Esos grititos, con ¡Heys! y ¡ays!, son demoledores. Ese aire de himno bravucón y fervoroso a ritmo de indie pop/rock lleno de entusiasmo eleva la moral más decaída. Cuenta Mike Salas que escribió esta pieza alrededor de una hora después de gastar las últimas diez libras, de la última cuota del último año de su préstamo de estudios, “es una canción sobre sentirse golpeado antes incluso antes de comenzar la competición, ese momento en el que te das cuenta de que hay algunas cosas de las que nunca podrás escapar”.
El videoclip de “Runaway” está firmado por Scratch, quien también ha dirigido clips para Nimmo, Anne-Marie, Eaves, Aurora o Girl Friend. En esta ocasión propone una historia de amor condenada de antemano al fracaso con el trasfondo de un trágico suceso final. De hecho, el video se centra en la angustia de una mujer tras abandonar la escena del crimen, aunque sin determinar su participación en la muerte del hombre que yace ensangrentado en la bañera. Según el director, la acción comienza con una mujer que acaba de cometer un acto terrible pero que, probablemente, sea la única cosa sensata que ha hecho en mucho tiempo. Es justo ahí a donde querían llevar este videoclip, a dar una sensación optimista pero con un lado oscuro. Mención especial para los intérpretes del clip, los actores Frank Doody y Kierton Waering.
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