El escocés Joe McAlinden lleva formando parte de la escena de las Tierras Altas (¿Invernalia?) desde la década de los 80. Primero como integrante de varias bandas de pop, entre las que seguramente cabe destacar a Groovie Little Numbers, con la que grabó un álbum y en donde coincidió con unos jovenzuelos llamados Norman Blake y Gerard Love, unos músicos que tiempo después formaron los archifamosos Teenage Funclub. Después militó en otro interesantísimo grupo de exquisito pop, BMX Bandits junto a otro talentoso músico escocés como es Norman Blake. Ya en 1991 armó la que sin duda fue su banda más importante hasta hace poco, Superstar. Desde hace unos pocos años McAlinden nos sigue deleitando con su enorme habilidad para componer pegadizas melodías bajo el nombre de Linden, su actual proyecto.
Durante la década de los noventa, McAlinden y su banda Superstar estuvieron bajo la tutela de Alan McGee y su sello Creation Records, lo que significa que allí había mucha maestría para escribir dulces canciones de guitarras adorables, estribillos adhesivos y un tratamiento vocal extraordinario. Todos aquellos que militaban en la escudería de McGee siempre tenían un cuidado muy especial con las armonías vocales. Las voces y las melodías eran sagradas. Algo que en Escocia parece ser una tradición. Hay montones de músicos y bandas en aquel rincón del planeta que deslumbran en ese terreno, como Dropkick, Daniel Wylie y sus fantásticos Cosmic Rough Riders, los mencionados Teenage FC y BMX Bandits, Supernaturals, Astrid, Belle & Sebastian, Camera Obscura, Ally Kerr, The River Detectives o los mismísimos Proclaimers. Glasgow es La Meca, aunque Edimburgo y el resto del país no se quedan muy atrás.
El currículo y la experiencia de Joe McAlinden son sencillamente impresionantes. Ha tocado, compuesto y colaborado con una larguísima lista de bandas y artistas, incluyendo a Teenage Fanclub, Big Star, Alex Chilton, BMX Bandits, Matthew Sweet, Rod Stewart, The Boy Hairdressers, Alan Warmer, Jim Lambie, la BBC Scottish Symphony Orchestra y muchos más. McAlinden sigue escribiendo y grabando música en su estudio en Argyll, en la zona oeste de la costa escocesa, cerca de Mull Of Kintyre (el lugar en donde Paul McCartney tuvo una granja y al que dedicó una fantástica canción). Desde aquel recóndito lugar llega el segundo álbum de Linden, “Rest And Be Thankful”, grabado a orillas del lago Fyne con sus amigos y compañeros Eric Lindsay, Marco Rea y Stuart Kidd. Este disco, al igual que el primero, “Highlights”, editado en 2012, saldrá al mercado con la etiqueta del sello propiedad de Edwyn Collins (Orange Juice) y de Seb Lewsley, AED Records.
Música bonita, bien hecha, bien cantada, de melodías sin horizontes y voces sin tiempo; con una pincelada de melancólica alegría, de satisfecha añoranza, de resignado optimismo; como cuando sale el sol entre las nubes, débil pero reconfortante. Así de sutil es la música de Linden, así de agradable, así de recomendable.
In the neon gloom
Of my front room
I just stare
As I lay my head
Upon our bed
When you're not there
I'm not mad
I'm just thinking straight
I don't want to close my eyes just yet
In a clapped out car
I won't go far
But I don't care
On the Rest And Be Thankful
My heart stops right there
I'm not mad
I'm just thinking straight
I don't want to close my eyes just yet
There's something special
Or so the story goes
You read me like a book
And so my story grows...
I'm not mad
I‘m just thinking straight
I don't want to close my eyes just yet
Oh let me feel an everlasting sun
Oh let me be an everlasting one.
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