La delicadeza y sensibilidad de la cantautora Nadia Álvarez estarán presentes en la próxima edición del Sonorama Rovera.

Entre los días 11 y 14 de agosto se celebrará un año más en la localidad burgalesa de Aranda de Duero el festival de música Sonorama Rivera, en el que de nuevo participarán importantes nombres del indie rock y pop español e internacional. Junto a bandas como Kula Shaker, The Hives, Love of Lesbian o León Benavente, el viernes 12 actuará también la cantautora leonesa residente en Madrid Nadia Álvarez, cuyo disco de debut, “Salto Al Vacío” ha supuesto una bocanada de aire fresco para el indie folk nacional.

“Me invento canciones de cuna para inquietos, canciones de pena para alegres y canciones tristes para los deprimidos” explica Nadia Álvarez, una joven compositora, cantante y guitarrista nacida en León en 1988, que actualmente residen en Madrid y que posee ese don especial para escribir deliciosas composiciones cargadas de una gran sensibilidad lírica y melódica. Su inspiración más intimista proviene de músicos tan delicados y poéticos como Nick Drake o Elliott Smith, mientras que sus influencias musicales abarcan desde el rock de raíz americana, como Bob Dylan, Lucinda Williams, Wilco o Ryan Adams, al pop melódico en español de autores como Antonio Vega Zahara o Camren Boza, y también referentes más cercanos al movimiento indie folk más actual como Iron & Wine, Fleet Floxes o Laura Marling.

Autora de una extraordinaria narrativa en castellano, sus letras plantean desnudos emocionales que se introducen en lo más profundo del alma. Además, Nadia Álvarez escarba en el territorio del desengaño y la incertidumbre para dejar al descubierto auténticas obras musicales de gran valor, produciendo brillantes melodías de gran delicadeza y una estremecedora emotividad. Estas virtudes quedan patentes en su primer trabajo discográfico, “Salto Al Vacío”, publicado en el otoño de 2015 a través de Cabana Media Records. Un álbum emocionante y de sublime elegancia, grabado con un cuidadoso detallismo junto a sus más estrechos colaboradores, en el que su exquisita voz y su habilidad con la guitarra sobresalen de forma importante.

Criada en un ambiente bastante musical, ya que su padre es un guitarrista aficionado al flamenco, pronto desarrollo Nadia Álvarez la necesidad de escribir sus propias canciones. Esa inquietud surgió desde muy pequeña, cuando con tan sólo dos años ya descubría algunas melodías con un viejo Casiotone. A los 14 se matriculó en la Escuela Municipal de Música, Danza y Artes Escénicas de León, en donde se graduó en guitarra clásica y canto moderno. En esa época se compró una guitarra eléctrica y formó su propia banda que sonaba muy pop, en la onda de Nosoträsh o Le Mans.

A partir de ahí comienza la carrera musical de Nadia, que se convirtió en una pieza habitual de la escena leonesa. Así fue, entre otros asuntos varios, cantante solista de la banda de grage Lost Boners y guitarrista del grupo de riot girrls Kartulinas. Cuando cumplió los 22, ya con The Yellow Horse, se encontró con los sonidos folk y Americana, que le mostraron el camino para expresar aquellas historias y sentimientos que deseaba contar.

En 2012 su carrera recibe un fuerte espaldarazo al ser elegida entre los diez finalistas del programa “Desnudos De Etiquetas – Alhambra” y se traslada a Madrid con una beca de mecenazgo. Durante un año recibe clases magistrales de la mano de músicos tan dispares como Ariel Rot, Pedro Guerra o El Twanguero. Es entonces cuando empieza a actuar en solitario en bares y locales, conciertos íntimos y muy emocionantes acompañada sólo por su guitarra. Entre ese año y 2014 actúa en escenarios de tanta solera como el Círculo de Bellas Artes, Siroco, Clamores, Libertad 8 o Galileo Galilei. En uno de esos conciertos conoce a Jesús Sangui, guitarrista y compositor, que se convierte en su mano derecha y primera pieza de su actual banda que hoy en día también componen el bajista Henar Lastres y el batería Dani Campillo.

Con la producción de Luis Lastra y de Jesús Sangui, Nadia Álvarez ha grabado su primer Lp en el que instrumentos acústicos y eléctricos crean el trasfondo perfecto para esas canciones, a caballo entre el folk, el pop, el rock y el country, que la joven cantautora teje de magistral manera. Su tiempo, el tiempo de Nadia Álvarez, no ha hecho más que comenzar.

He encontrado una postal,
de tu último viaje por el parque,
me describes un lugar perfecto.

Yo te escribo en un papel,
sobre mi último paseo por tu calle,
te describo un recuerdo perfecto,
tan perfecto.
Como el blanco de la nieve,
o la arena de aquel bar,
una siesta de dos gatos,
que no quieren despertar
entre postales sin firmar.