Aunque esta gran dama de la música nació en Akron (Ohio), su corazón y sus influencias musicales (Beatles, Kinks, Rollin´...) siempre estuvieron en el Reino Unido. En cuanto pudo se trasladó a Londres, a donde llegó en 1973 con la intención de formar una banda, algo que le costó mucho esfuerzo y algunas lágrimas, a pesar de encontrarse en el epicentro del huracán creativo del punk del 77 y codeándose con sus principales protagonistas: The Clash, The Damned, Malcolm McLaren, Sex Pistols (a punto estuvo de casarse con el mismísimo Sid Vicious) y toda la genial pandilla.
Cuando finalmente consiguió organizar su propio grupo, The Pretenders, se convirtió en una de las máximas figuras de la new wave inglesa y sus discos en clásicos de la época. Gran parte del éxito de la banda es responsabilidad de Chrissie, de su voz de terciopelo, de su desparpajo y arrogancia sobre el escenario, de su talento e incluso de su personalidad y de su honestidad. Su presencia en los medios de comunicación ha sido siempre por su trabajo y no por su vida personal, que bien podía haber explotado por sus relaciones sentimentales con famosos como Jim Kerr, cantante de Simple Minds, o Ray Davies, líder de los míticos The Kinks.
Lo último que musicalmente supimos de ella fue el buen disco que sacaron Pretenders en 2008, “Break Up The Concrete”. Ahora, con sus increíbles 62 años y más de 35 de carrera, Chrissie Hynde publica su primer disco en solitario, “Stockholm”. Un proyecto personal que, según su testimonio, ha surgido porque ha sido incapaz de convencer al resto de la banda para volver a la carretera. Ella siempre ha dicho que quería estar en una banda.
Así pues, no es un álbum de The Pretenders y además se planteó con la intención de cambiar algunas cosas. Por eso se fue a grabarlo a Suecia, con músicos suecos y con el productor Bjorn Yttling, del grupo Peter, Bjorn and John. Y el resultado final es muy interesante. Hay herencia musical, con clara influencia de bandas de chicas de los 60 y en un cierto sonido a lo Phil Spector; también se nota su propio pasado, por su voz y por las canciones, algunas realmente buenas; y un cierto vigor y entusiasmo nuevo, juvenil, de futuro.
Además de su activismo en defensa de los animales, de su militancia vegetariana, de su restaurante de cocina mediterránea The VegiTerranean, en su ciudad natal, y de su apoyo a la educación musical en los colegios públicos de Estados Unidos... Chrissie Hynde ha encontrado tiempo para volver a encandilarnos con su pasión por la música. Muy buen disco.
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