En la lluviosa y fría ciudad de Seattle, muy al norte de la costa oeste de Estados Unidos, en el estado de Washington, hay una banda que pone un punto alegre, cálido y colorido entre tanta bruma y cielo gris. Se llama Charlie And The Rays y la forman cuatro chicas a las que les gusta entrelazar sus voces, tejer una maraña de armonías vocales por la que la discurre la música que ejecutan junto a otros dos compañeros, dos chicos.
Jordan y Rebecca Stobbe son hermanas. Jordan, a la que todos llaman Joban, se encarga de tocar el bajo, armónica y de cantar. Rebecca, que tiene un gran parecido con Barbara Streisand, se encarga de la guitarra y también canta. Gracia Bridges, es un poco la Rapunzel de la banda, actúa como si fuese un hada y toca la guitarra, la trompeta y, por supuesto, también canta. La sección femenina la completa Stella Gordon, que se ocupa de los teclados, la mandolina y… sí, también canta. Las cuatro hacen unas voces deliciosas, elaboradas al detalle, primorosas. Los chicos son el batería Jack Brady, con el tacto exacto para acompañar y acomodar el ritmo que precisa la canción, y Sam Kastner, que aporta el brillo de los vientos que envuelven las composiciones de la banda, de Charlie And The Rays.
No es fácil señalar algunas referencias cercanas que se pueden encontrar en la música de Charlie And The Rays. Y no es fácil porque hay muchas y muy diversas, desde la música negra de la Motown a la aparente simplicidad del folk pop de Simon & Garfunkel, de las sentidas raíces folkies de Peter, Paul And Mary, al encanto vocal del country pop de las deliciosas Dixie Chicks, del profundo poso de tradición de los Alabama Shakes al brillo pop de Paul McCartney And Wings, sin olvidar el heterogéneo crisol estilista de la banda de Boston, Massachusetts, Lake Street Dive. Eso entre otras muchas posibilidades, porque Charlie And The Rays ofrecen mil vertientes y todas interesantes.
En el verano de 2015, Charlie And The Rays lanzaron “Honey Pie”, su primer single, al que siguió una acertada versión del clásico de Smokey Robinson & The Miracles, “You Really Got A Hold On Me”. Tras un par de temas más, “Call The Doctor” y “Got Him Good”, en agosto de este año 2016 el grupo publicó un EP con cinco canciones titulado “Black Licore”. El disco se grabó en Studio Litho, en Fremont, Seattle, y de la producción se encargó el ingeniero de sonido Shawn Simmons, quien también estuvo en la elaboración del disco “Let´s Be Still” de la banda de indie folk The Head And The Heart y publicado por el sello Sub Pop y de “Lines We Trace” de Hey Marseilles. Un puñado de canciones de inspiración muy ecléctica en el que el sonido de rock clásico y el folk más enérgico y alegre se dan cita, especialmente en canciones tan inspiradas como “Girl”, tan radiantes como “Just Say You Love Me” o tan impulsivas y optimistas como “Oh My My”. De esta última Charlie And The Rays han realizado un colorido y muy jovial videoclip. ¡Salta!
I’ve been lookin' round this place for a long long time
I found you but you don’t want to be mine
I’ve been tryin' so so hard to catch your eye
Lately you just seem to be preoccupied
I been wishin' every day that you’ll say you’re mine
Hopin' every day that you’ll find we’re fine
So come over little darlin' and say you’re mine
So come over little darlin' and say we’re fine
I’ve been makin' such an effort all this time
I want you but without me you seem just fine
There’s not much that I can do to change your mind
I’m just hopin' that my love you won’t deny
I been wishin' every day that you’ll say you’re mine
Hopin' every day that you’ll find we’re fine
So come over little darlin' and say you’re mine
So come over little darlin' and find we’re fine
So come over little darlin' and find we’re fine
So come over little darlin' and find we’re fine.
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