A finales del pasado mes de abril, el quinteto de Montclair, Nueva Jersey, Forth Wanderers publicó su álbum homónimo de debut con una discográfica importante. Como apoyo a este lanzamiento, el grupo acaba de poner en circulación un video con uno de los cortes del mismo. Se trata de “Taste”, una de las canciones más bonitas de este disco, aclamado unánimemente por la crítica, que ha salido a la venta a través de uno de los sellos independientes de mayor prestigio: Sub Pop.
La tecnología ha tenido mucha influencia en la vida de esta formación, ya que desde 2013, dos estudiantes de bachillerato de Montclair, como eran entonces el guitarrista y compositor Ben Guterl y la cantante Ava Trilling, se han estado intercambiando música, melodías, letras e ideas a través del teléfono o de internet. Canciones de ida y vuelta entre amigos. Una correspondencia musical que generalmente partía de Guterl, quien enviaba el esqueleto instrumental de una composición, y sobre la que Ava escribía una letra basándose en la melodía. Al dúo se unieron el guitarrista Duke Green, el bajista Noah Schifrin y el batería Zach Lerlli para completar la banda.
Ese sistema de composición casi epistolar, paciente y cuidadosa, ha guiado al quinteto a través de los dos EP que han publicado, “Mahogany” en 2013 y “Slop” en 2016, y del Lp “Tough Love”, que se autoeditaron en 2014. 2018 ha visto la salida a la calle del segundo larga duración de Forth Wanderers, su primer trabajo con la protección del sello Sub Pop y su obra más completa y sólida del grupo hasta el momento.
Actualmente Forth Wanderers Guterl y Trilling viven en Ohio y Nueva York respectivamente y han desarrollado un proceso de composición por separado y colaborativo muy eficaz y ajustado. “La única forma en la que realmente puedo escribir es sola en mi habitación con un libreta y escuchando la canción una y otra vez”, afirma Trilling. Sus letras a menudo están plagadas de confesiones muy íntimas de su vida, así que teniendo en cuenta la experiencia que supone esa escritura en privado, no es raro que nos encontremos ante intensas autoreflexiones de la cantante y compositora.
En el nuevo álbum estas miradas introspectivas incluyen pensamientos sobre las relaciones, el descubrimiento personal o la pérdida de rumbo. Grabado el verano pasado durante cinco días por su amigo e ingeniero de sonido Cameron Konner en su estudio casero de Filadelfia. Una de las claves del nuevo trabajo es el sonido de las guitarras, que nunca antes habían sonado tan nítidas, la inquieta tersura de la sección rítmica y la seguridad en sí misma de Trilling cantando. Canciones profundas y exuberantes, trenzadas con profundas melodías y un extremo mimo en su elaboración.
Fourth Wanderers es una de las alternativas de presente más interesantes que, además, promete darnos momentos de auténtico lujo en el futuro. Una muestra es “Taste”, cuyo bonito vídeo ha dirigido Everett Ravens.
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