Puede que sean mutantes pero estos niños “granainos” jamás han dado, desde su nacimiento, un paso que no hayan meditado y preparado antes. Por eso, cuando todavía estaban preparando “Diez”, su último disco, incluso antes de entrar en el estudio, los Niños Mutantes ya estaban meditando sobre la imagen gráfica que debería acompañar a este álbum. Tenía ser una capaz de transmitir la oscuridad, la crudeza y la densa atmósfera que encerraban las nuevas canciones.
Y como Juan Alberto y compañía son tipos cabales, con talento y buenas ideas, no tardaron en descubrir que muy cerca de su hogar, en lo alto de su propio barrio, el Realejo de Granada, tenían el telón de fondo perfecto para poner imágenes al sonido de la banda en esta nueva etapa. Se trataba de un edificio singular, que corona una colina junto a la Alhambra y que no era otro que el Carmen de los Rodríguez Acosta.
El vídeo de “No Continuar” es el primero de una serie de cuatro clips realizados en directo por Adrián Nieto en este lugar tan especial, con el sonido captado por su técnico de directo, JASS. Esta canción encierra a la perfección las cualidades del álbum “Diez”. La banda, la magia de su música, la electricidad y un turba historia por detrás. No estaba previsto ni entraba en sus planes que esta pieza se convirtiese, por decisión del público, en una de las claves principales del disco.
Construido en 1941 sobre la colina del Mauror –o de los Aguadores-, el Carmen de la Fundación Rodríguez-Acosta es el legado del pintor José María Rodríguez-Acosta y la sede de esta fundación basada en la difusión de la cultura. El Carmen y los jardines que la rodean fueron declarados Monumento Histórico Nacional en 1982 y más tarde pasaron a ser Bien de Interés cultural. El propio pintor fue el artífice del proyecto arquitectónico, aunque recibió el apoyo técnico de varios arquitectos.
Es un sitio misterioso y extraño y, afortunadamente, poco conocido. Fue un capricho del artista, hombre adinerado que pertenecía a una familia de banqueros, que intentó rodearse de un edificio y de unos jardines mágicos que pudieran inspirar su obra. Nunca fue una vivienda, sino que lo convirtió en su taller y un espacio en el que centrarse en su pintora durante una época de bloqueo creativo.
Hoy en día este edificio es su mayor logro, un espacio único lleno de obras de arte de distintas épocas que aparecen entre laberintos y construcciones que salen unas de otras como en los dibujos de Escher. Una arquitectura rompedora para su época, que sin embargo recuerda a la Alhambra, y que aloja esculturas clásicas, colecciones de budas e incunables.
Un lugar de una mística y serena belleza que los Niños Mutantes aprovecharon en diciembre de 2016 para hacerse las fotos de portada y del interior de su décimo álbum. Su paso por allí les dejó con ganas de volver y ahora, cuando se plantearon el lanzamiento del nuevo sencillo, “No Continuar”, la banda no quiso hacer un vídeo al uso y decidieron tocar la canción en directo, sin playbacks ni los tópicos habituales, y volver a aquel escenario que tanto les había impresionado.
El pasado 12 de octubre volvieron justo al escenario que fue la portada del LP y grabaron cuatro canciones en directo, sin trampa ni cartón. Y fue allí, en su rincón secreto, en uno de los tesoros ocultos de Granada, sin público, sin retoques, sin edición. En el mismo blanco y negro que la portada de “Diez” y con el sonido buscado en esta etapa musical.
Pronto irán liberando las otras canciones pertenecientes a este concierto sin público con la sorpresa final de una nueva canción inédita. Los Niños Mutantes siempre andan tramando algo distinto, brillante, y nunca defraudan.
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