Hay grupos que con solo escuchar una canción ya se sabe que tienen calidad, que hacen las cosas bien y que su música tiene interés. Este es el caso de Zola Blood, una banda londinense que con su primer trabajo, su single de debut “Grace” ya se ganó el respeto y la admiración de un buen puñado de críticos y, lo que es más importante, su canción alcanzó cifras millonarias en escuchas en SoundCloud.
Zola Blood son cuatro músicos, Matt, que canta y toca la guitarra, Ed, que se apaña con los sintetizadores, Rob, también guitarrista, y Sam con la batería, que se pasaron encerrados durante un año trabajando duro en un Hackney Wick, un estudio de sonido sin ventanas para desarrollar su propio sonido. Música minimalista de expresión, que no así de concepto ni de observación, con multitud de ricas texturas, con arreglos muy pensados y elaborados que a veces parecen incluso intrincados y una escrupulosa, casi enfermiza, atención a los detalles. El resultado final es muy llamativo, la cabeza se vuelve instintivamente hacia el lugar de donde proviene la música, como si mirando hacia allí se pudiera encontrar alguna respuesta, una señal. No la hay, pero al menos suena bien.
El nuevo lanzamiento de Zola Blood es un nuevo Ep titulado “Meridian”, una canción que llega a nuestras orillas como suaves olas de electrónica, pausada, relajante, eterna. Los sintetizadores delimitan un espacio infinito de burbujeante ambiente en el que resuenan con elegancia y calma los ecos de las guitarras. Las voces, sutiles y leves, terminan por situarnos en un conmovedor entorno, imágenes de un paisaje conocido y remoto.
Por si hubiera dudas sobre la capacidad de Zola Blood y que lo suyo ha sido un par de aciertos aislados, su nuevo Ep no es sólo una canción. Junto a la ya mencionada “Meridian”, el disco incluye otros tres cortes más que demuestran el potencial de la banda. En “Leaves” su música se empaña con una sombría electrónica, incluyendo un principio nada convencional de sorprendentes sonidos al que sigue un coro redentor, unos suaves teclados y la susurrante voz del cantante. “Eyes Open” camina sobre una batería constante y un colchón de sintetizador, sobre el que se encarama una delicada guitarra que a cada pulsación gana en intensidad.
El videoclip está dirigido por Maxim Kelly y ha sido rodado en la isla griega de Hydra. Un buen lugar para refugiarse.
To swollen seas
I go
throught the moss and leaves
I know
but you will draw me deep
the shado0000wwwss
hold out your hands and fall
we don't speak
follow follow follooooowww
to the river bed
follow follow followwww
I will meet you there
The night calls us in line??
head to meridian to keep you satisfied
dancing out
close your eyes
and I hope
I'll stand for long enough
before I fall
follow follow folllowww
to the river bed
follow follow followwww
I will meet you there
follow follow follow
to the river bed
follow follow follow
I will meet you there
in the quiet line
floating out
to hear again
follow follow follow
follow follow follow
in the quiet light
the water's clear
and we're here again
follow follow follow.
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