Hace tiempo que uno ya no sabe si los Violent Femmes existen o no. Nunca han dicho nada sobre una separación o un abandono de sus funciones o si las cuitas legales entre Gordon Gano y Brian Ritchie por la utilización de sus canciones para fines comerciales acababan con la banda, pero lo cierto es que desde hace tiempo viven muy relajados, cada uno dedicado a sus asuntos y aunque han seguido realizando giras de forma más o menos regular, desde el año 2000 no habían publicado un nuevo disco. Ahora, y casi por sorpresa, acaban de presentar su noveno álbum de estudio “We Can Do Anything”.
Al parecer, en 2007, Gordon Gano, el cantante y guitarrista fundador de Violent Femmes, vendió a la multinacional de las hamburguesas Wendy los derechos de una canción, “Blister In The Sun”, para su uso comercial. Eso disgustó mucho a Brian Ritchie, el bajista y también fundador del grupo, y ambos terminaron en los juzgados. Evidentemente este asunto provocó un distanciamiento entre ellos que desencadenó una especie de separación en 2009, sin embargo hubo también otra razón de peso. Un día, tras una actuación, una chica se acercó al camerino que ocupaban los Violent Femmes y preguntó a uno de sus ayudantes si le podían firmar un cd. Ellos muy amablemente así lo hicieron y además Ritchie salió a saludar a la fiel seguidora. Charlaron, se fueron a tomar algo, se conocieron y terminaron casándose. Luego, Ritchie y su señora, Varumi Kulasekera, se trasladaron a Hobart, en Tasmania, donde abrieron una casa de té, Chado The Way Of Tea, tan original como la música de VF. Allí él montó una banda, The Green Mist, está metido en un sinfín de proyectos y aventuras, como un evento cultural llamado Mona Foma, y ofrece actuaciones en el propio local mientras su mujer atiende el negocio. Es un lugar que hay que visitar si uno se pasa por allí, por Tasmania, justo en la otra punta del mundo.
El caso es que Violent Femmes, el trío de Milwaukee, Wisconsin, fundado en 1980, siempre ha servido una música de lo más refrescante, sana, original y distintiva que se recuerda por este planeta. Tienen alma de punk, corazón de rock and roll, artesanía y naturalidad de folk y mente de genio. Nadie puede (ni debe) olvidar que fueron descubiertos en el verano de 1981 por James Honeyman-Scott, el primer guitarrista de The Pretenders, cuando el trío tocaba en la calle y que esa misma noche ejercieron de teloneros de la banda de Chrissie Hynde. Esto dice mucho de ambos.
Una de las mejores cosas que se puede alegar en favor de Violent Femmes es que no tienen disco malo. Los han hecho buenos, buenísimos y la repanocha. El último que habían publicado, “Freak Magnet”, estaba muy bien y databa del año 2000. Y la verdad es que no había muchas esperanzas de volver a disfrutar de un nuevo Lp de estos brillantes músicos. Pero sí, tras reaparecer el pasado año 2015 con un Ep especial para el Record Store Day y tres lustros más tarde de su último disco grande, hay una nueva y estupenda entrega: “We Can Do Anything”.
De nuevo Gordon Gano y su inconfundible voz y forma de cantar se sitúan al frente. Con sus canciones y su guitarra y su banjo. A su lado, el característico sonido de Brian Ritchie con su bajo acústico y sus coritos, algo imprescindible. Y como batería para la ocasión, Brian Viglione, que además de aportar coros, mantiene el habitual toque minimalista en la percusión. Sigue la senda que le marcaron los que antes pasaron por allí en ese puesto: Victor DeLorenzo y Guy Hoffman. Viglione abandonó la formación nada más terminar de grabar el disco y su puesto lo ha ocupado John Sparrow, un viejo conocido que ya había tocado el cajón con los Violent Femmes en el pasado.
Como single y video de promoción del nuevo disco, su compañía, PIAS, ha lanzado la canción “Memory”, una pieza que habían grabado como maqueta hace algunos años y que han decidido recuperar porque es brillante, muy divertida y tan refrescante como de costumbre. Es puro zumo cítrico, natural, sin conservantes, ni edulcorantes ni burbujas. No necesita nada para provocar una inmediata reacción de sano bienestar. Es la vida misma, son los Violent Femmes, que están aquí porque, afortunadamente, nunca se fueron. Nunca nos faltaron.
I don't remember anything you said
I don't remember any books that you ever had read
I don't remember the sound of your voice
I don't remember, but it's not by choice
So I wish I could remember something you had said
I wish that I could read every book that you ever had read
I wish that I could hear the sound of your voice
I don't remember, but it's now your choice
To come back
from that
well of the void
Come back
So that
I can tell you how I'm annoyed by the fact that...
I can't remember your smile or your frown
I can't remember the name of your hometown
I don't remember the color of your eyes
I don't remember so, hey, I guess it's a little surprise
That I want to
will you
wonder
would you.
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