Responde al nombre de Micah Visser y viene de Winnipeg, la capital de la provincia de Manitoba, en el oeste de Canadá. Enmuy poco tiempo se ha convertido en una de las promesas más importantes de la música pop de su país y lo ha hecho bajo el nombre artístico de Boniface. Su nuevo lanzamiento, “Phantom Limbs”, es un petardazo que este verano estallará en las pistas de baile de medio mundo.
Ya el año pasado Micah, aunque más bien ya deberíamos llamarle todo el tiempo Boniface, nos regaló una de las canciones de mayor éxito de 2017, fue la impactante “I Will Not Return As A Tourist”. No fue su único impacto en la diana porque con “Again & Again” también acertó de pleno. Ahora sube el listón con su nueva apuesta, “Phantom Limbs”.
Se trata de una composición que sigue la línea confiada y hechicera de sus anteriores lanzamientos. Una canción que sigue un plano ascendente y de continuo crecimiento, rebosante de sintetizadores rimbombantes muy en la onda de lo que se hacía en los ochenta, aumentando la intensidad en cada uno de las estrofas de la canción para construir un sólido edificio de explosivos estribillos.
Acerca de este nuevo single, en el que Boniface ha puesto muchas esperanzas para encumbrarse en las listas internacionales, el canadiense ha comentado: “Escribí `Phantom Limbs´ hace unos años, cuando comencé a sentirme realmente descontento con la forma en que me trataba a mí mismo y en la manera en que mis amigos se trataban a ellos mismos. La escribí por frustración, sin mucho afán de redención, y durante los años desde que traté de dejar de hacerlo. Creo que está ajustado a la banda y a mí porque es muy divertido de tocar en escena y nos gusta ese contraste”.
En definitiva, Boniface acaba de plantear un introspectivo canto a la frustración a ritmo de synthpop, sustentado en los pilares del pop ochentero y con una irresistible melodía rosa. Un himno universal pleno de intimidad, fuerza y honestidad. Un comienzo tan limpio de pop elaborado con sintetizadores que para nada vaticinan la cruda y hermosa euforia con la que se eleva al infinito y se cierra dejando unas ganas enormes de tirar hacia delante. Haya lo que haya en ese punto.
El vídeo, dirigido por el hermano del cantante, Joey Visser, y con guión y concepto creado por el propio Micah y por Feedy Frizzi, nos lleva a una noche de fiesta en un recorrido por su lugar de nacimiento, St Boniface, en Winnipeg. El clip nos presenta algunas de sus raíces. Como explica Micah, “Tener a mi hermano dirigiendo el vídeo no era sencillo. Boniface es un proyecto muy íntimo para mí y estoy satisfecho de poder mantener el audiovisual lo más honesto posible. Creo que eso se refleja cuando lo ves y estoy muy feliz con la forma en que se realizó”. La filmación tuvo lugar durante una semana muy fría en febrero y sobre sus fabulosas imágenes, su director, Joey, ha señalado: “Siento que esto se suma a la autenticidad y urgencia del vídeo. Se notaba mucho más como que estábamos filmando algo que realmente estaba sucediendo en lugar de que se trataba de montar un videoclip musical”.
Boniface tiene pinta de ser una de las próximas estrellas del pop canadiense con repercusión internacional.
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