El próximo año Doctor Divago celebrará su 25 aniversario como banda. A lo largo de este cuarto de siglo de existencia ha habido diversos cambios en la formación, aunque desde hace diez años permanece estable, lo que le ha dado al grupo una gran solidez instrumental y musical. A esa fuerza también ha contribuido el hecho de que su núcleo fundamental y fundacional se haya mantenido: Asensio Ros, un batería con mucha precisión; Antonio Chumillas, quien con su armónica aporta un sonido propio y particular al grupo, y Manolo Bertrán, voz, guitarra y compositor de las canciones. Aunque tal vez decir que Manolo Bertrán compone canciones sea quedarse muy corto. Son relatos breves, muy visuales. Pequeñas historias de un mundo cercano y de los sentimientos propios y ajenos que le rodean. Apuntes de Cronópios, Famas y “Bertranes”.
El universo de Doctor Divago surgió en Valencia y se formó de música pop y rock. Y de la pintura de Sorolla. En sus composiciones utiliza el luminismo, la luz absoluta, para mostrarnos a través del costumbrismo las relaciones humanas. Canciones en castellano que nos hablan de Imperio, una superveette “de ojos musulmanes”, que se hizo famosa en la capital del Turia en los años 50 y que tuvo un trágico final. De Julio Galcerá, una leyenda de la música valenciana, a quien reconocen y admiran. De Barmey Ross, un boxeador, excampeón en los 30, que termina siendo morfinómano tras su paso por la guerra; una historia que podría estar sacada de las páginas de un “Hazañas Bélicas”.
Los seguidores de Doctor Divago admiran la honestidad de su trayectoria, la sencillez de sus planteamientos: contar historias, transmitir sensaciones, disfrutar de la música. Eso es lo que hace esta banda desde el primer día. Esto es lo que nos encontramos en su nuevo disco “Imperio”, el décimo en su carrera. Eso es lo que les hace grandes.
“La deriva continental” es un tiempo medio, vibrante y poderoso, que relata, a través de un sencillo videoclip, la tremenda fuerza que los dioses deben desatar para conseguir romper el amor del protagonista, del cantor.
En un remoto tiempo
tú y yo fuimos una unidad
formada por un solo cuerpo
de incontrolada humanidad.
Como Pangea, el continente gigante,
tú y you fuimos algo tan grande
que la ira de los dioses se desató.
Como Pangea, el continente gigante,
tú y yo fuimos algo tan grande
que la deriva contiental nos separó,
nos partió
en este amargo tú y yo.
Un solo ser descomunal,
el lagarto dios de los terremotos,
tan enormes fuimos nosotros
que nos mandaron castigar.
Como Pangea, el continente gigante,
tú y yo fuimos algo tan grande
que la deriva contiental nos separó,
nos partió
en este amargo tú y yo.
Como el lagarto dios de los terremotos,
tan enormes fuimos nosotros
que la ira de los dioses nos extinguió.
Como Pangea, el continente gigante,
tú y yo fuimos algo tan grande
que la deriva contiental nos separó,
nos partió
en este amargo tú y yo.