Folk

La banda de folk punk The Pogues escribió este clásico navideño

La melancolía irlandesa y las voces de Shane MacGowan y Kirsty MacColl son las claves de su éxito.

Nos imaginamos que cada año, cientos de compositores en todo el mundo intentan escribir la canción navideña más bonita de la historia. Afortunadamente la mayoría termina en la papelera por su mediocridad y abuso clichés. Sin embargo, de vez en cuando se cuela una que llega al Olimpo y pasa a formar parte de las melodías eternas para épocas navideñas. Este es el caso de “Fairytale OF New York” de The Pogues.

En el año 1987, el desdentado, borrachuzo y entrañable Shane MacGowan y su colega con el que fundó The Pogues, el inglés Jem Finer, escribieron esta canción. Según cuentan, empezaron a trabajar en ella un par de años antes pero no terminaban de encajar la historia y la letra y la música fueron reescritas una y otra vez hasta que finalmente dieron con la versión definitiva en el verano del 87. Habla de los irlandeses que emigraron a Estados Unidos en el siglo XX con la esperanza de un futuro mejor y de convertirse en artistas famosos en Nueva York pero que sin embargo terminaron vagando por las calles, sin hogar y alcoholizados. Es una canción de Navidad, sí, pero alejada de tópicos y que habla de la gente que lo pasa mal en esos días.

Shane MacGowan, que nació precisamente el día de Navidad de 1957 en Tonbridge, en Kent, Inglaterra, era de padres irlandeses (y su carácter es totalmente irlandés). Aunque era un alumno brillante, las sustancias prohibidas y el alcohol le tiraban demasiado y precisamente fue expulsado de una buena escuela a la que se había ganado su ingreso por posesión de drogas. Entonces se fue a Londres, que vivía la explosión del punk y allí empezó a codearse con esta tribu urbana que dominaba la música y la calle en ese momento. Formó su primera banda de punk rock, The Nipple Erectors que más tarde acortó su nombre a The Nips y que tuvo un éxito menor (aunque una fantástica canción) con el single “Gabrielle”.

Sus raíces irlandesas siempre estuvieron presentes en su vida y por eso decidió fundar en 1982 The Pogues, una banda de folk punk irlandés cuya influencia en la música de Irlanda y de sus ciudadanos ha sido enorme. Para todo, desde la juerga (cuando la cerveza y el whiskey ya empiezan a hacer su efecto) a los momentos más sentimentales y lo mismo cantan sus canciones un grupo de jovenzuelos armando bronca en el pub que la poli de Baltimore en el entierro de un compañero (véase la serie “The Wire”).

No es extraño por tanto que un tipo con tanta sensibilidad fuese capaz de hacer una canción como “Fairytale OF New York”. Su título procede de la novela homónima de James Patrick Donleavy, publicada en 1973, en la que un niño se inventa una historia de hadas. Además, Shane es un gran cantante, con una voz rota, desahuciada y cargada de sensibilidad que le imprime a esta pieza una emoción altísima. Para colmo, y dado que la canción es una historia que interpretan una mujer y un hombre, su compañera no otra que la trágicamente desaparecida Kirsty MacColl.

El papel femenino, en principio, lo iba a protagonizar la bajista de The Pogues Cait O´Riordan, pero ésta se casó con Elvis Costello y dejó la banda en 1986, justo antes de la grabación. Costelo, por cierto, iba a ser el productor pero fue sustituido por Steve Lillywhite (U2), quien le pidió a su mujer, Kirsty MacColl, que grabase una prueba para que la banda escuchase cómo podía quedar. Sin embargo, les gustó tanto que decidieron que fuera ella la que hiciese el dueto. Antes de escuchar a MacColl, el señorito MacGowan había sugerido nada menos que a Chrissie Hynde de The Pretenders para cantar con él.

Son dos personajes de la calle que emplean un lenguaje barriobajero, tanto que la BBC Radio 1 llegó a editar la canción para emitirla sin “ofender” a la audiencia. Finalmente, ante las protestas del público, no lo hizo. El single nunca fue Número 1, ya que en 1987 ese puesto se encontraban los Pet Shop Boys con “Always On My Mind”. Sin embargo ha sido elegida a través de diversas encuestas como la mejor canción navideña de todos los tiempos, ha entrado en el Top 20 del Reino Unido en catorce ocasiones distintas desde su lanzamiento, incluyendo una vez cada año de forma consecutiva desde 2005 y ha vendido casi dos millones de copias en aquel país partir de 2015.

Una preciosa canción con mil historias a su alrededor.