Tienen, The Strypes, la misma energía que mostraban los grupos británicos e irlandeses de los años 60. Bandas cuyo sonido nacía de lo que se escuchaba en los discos que traían los cargueros americanos que arribaban a puertos ingleses: rock and roll, blues, rhythm and blues...
Aquellas bandas querían hacer una música como la que se hacía al otro lado del Atlántico y con esa influencia surgieron varias ramas; una más melódica, alguna más pop o más beat y también otra que mantuvo una línea más pura, enérgica y urgente. Entre aquellas formaciones más apegadas a los orígenes, a Chuck Berry, Howlin´ Wolf, Bob Diddley, etcétera, estaban Small Faces, The Yardbirds, The Rolling Stones, The Animals, Pretty Things o los irlandeses Them, con un casi adolescente Van Morrison al frente. Medio siglo después, unos chavalines de Cavan, Irlanda, recuperan aquel vigoroso espíritu y, como ya lo hicieran sus abuelos musicales, nos vuelven a deslumbran, su nombre: The Strypes.
Formados en 2011, Ross, cantante y armónica (¡qué instrumento tan característico del estilo!), Josh, guitarra solista y coros, Pete, bajo, también armónica y coros, y Evan, batería, han pasado año y medio tocando en clubs, cavernas y festivales de Irlanda, Reino Unido y Europa, con un sólido repertorio a base de versiones de clásicos del rhythm and blues y de composiciones propias que iban incorporando después de rodarlas en directo y que iban publicando en vinilos de 45 rpm. Esa mezcla de Yardbirds, Stones y Bo Diddley, a la que ellos aportan toques pub rock -Dr. Feelgood, Rockpile o Eddie & The Hot Rods- y de indie rock –Arctic Monkeys o Franz Ferdinand-, ha desatado los elogios de nada menos que de Paul Weller, Noel Gallagher, Roger Daltrey, Elton John y Jeff Beck entre otros muchos nombres ilustres.
Su debut tuvo lugar en un concierto de Navidad en la escuela a la que asistían y a partir de ahí iniciaron una especie de espiral que les llevó a tocar en todos los escenarios que encontraban a su paso. La energía con que afrontaban sus shows, su clasicismo innovador y su estética pronto desató una batalla entre las mejores compañías discográficas por hacerse con su firma en un contrato. Inicialmente se llevó el gato al agua Elton John y su sello Rocket Music, aunque finalmente firmaron por Mercury Records. Con éste apoyo, The Strypes ha realizado una extensa gira por Europa y acaban de terminar una por Japón, en donde han arrasado. Dos Ep´s, varios singles y un demoledor álbum titulado “Snapshot” es, de momento, su sólido aval. “Versionacas”, enormes canciones propias y un directo incendiario empujan a estos irlandeses a encaramarse entre los nombres con más proyección para los próximos años.
“Hometown girls” es una clásica canción de amor juvenil descontrolado, tímido y urgente. Una explosión de hormonas, acné y sentimientos a golpe de guitarras y genuino rhythm and blues.
I wanna tell you but I can't spit it out
T-t-t-tripping on my tongue and my mouth is stiff
Feels like I'm hanging off the edge of a cliff
And my eyes can't pick a pocket where they're happy to stick
I'm running from the point
Babe, I'm missing a trick with you
My line is up but girl I'm missing my cue.
Chorus:
But can't you give me a fix, so I'm craving confidence?
Well, I reek of sweat and teenage innocence
Well, I want you so, but I know you'll never know
Cause I'm too shy, I'm too shy for the hometown girl!
I wanna tell you but I'm sick with the fright
S-s-s-slipping up I'm caught in the light of lust
I get the feeling that you ain't too fussed.
My head feels heavy as the regret sinks in
I shouldn't be afraid to take it on the chin
But I duck, I miss the jab but I'm hit with the hook
Chorus: (x3)
But can't you give me a fix, so I'm craving confidence?
Well, I reek of sweat and teenage innocence
Well, I want you so, but I know you'll never know
Cause I'm too shy, I'm too shy for the hometown girl!