El crecimiento de Hickeys en tan solo cuatro años ha sido realmente exponencial. El paso del tiempo hay influido en ellas para que adquieran una madurez admirable y que su música se haya convertido en algo excepcional por dos cosas principalmente: su personalidad y su expresividad. Su sonido se ha convertido en inconfundible y sus canciones expresan el sentimiento de una juventud que ve con ojos llenos de intelectualidad (no en vano estamos ante la generación mejor preparada -algunos, añadimos nosotros-) y asombro la realidad social, cultural, económica, medioambiental, sentimental… En fin, la vida misma.
Las Hickeys son cuatro jóvenes asentadas en Madrid aunque solo una de ellas nació en esta ciudad, ya que las otras tres son de Gijón, Pamplona y San Sebastián. Ellas mismas se definen mejor que nadie: “Hickeys recopilan sus innumerables influencias en un estilo donde reinan la contundencia y la sensibilidad, apostando por fuertes instrumentales y letras motivadas por la disconformidad. Marta Kunitsa (guitarra), Ana Erice (guitarra), Maite Barrena (batería) y Martina G. Compairé (bajo) se conocieron en la universidad. Desde entonces, han pisado numerosos escenarios nacionales (FIB, BIME, Gigante, Monkey Week, Sound Isidro…) e internacionales como Estados Unidos (SXSW, Texas), Portugal, Reino Unido, Alemania o Países Bajos (Eurosonic). El momento de cambio de la banda comenzó con la salida de `Alegria Di Vision´ (2019, autoeditado) -un temazo, añadimos nosotros-. Este single supuso una declaración de intenciones de su sonido, apuntando más hacia el post-punk. «Con ‘Alegría’ nos hemos oscurecido»”.
La existencia de Hickeys parte de una primera canción, “Hickey Hickey Bang Bang”, que se ha convertido en uno de los alicientes finales de sus conciertos. Los cierran siempre arriba, muy arriba, para dejar un excelente sabor de boca. Por esta sección de Loff.it aparecieron en abril de 2018 con motivo de la publicación de su canción Las Vontris, en clara referencia al cineasta. Siempre se han mostrado tan originales como como intelectuales, siempre han cuidado los detalles, todos, desde las letras a la música, pasando por las redes, los vídeos, las portadas… Todo bajo su control. Y con profesionalidad. Lo tienen muy claro como actuar en cada momento, en cada cuestión. Esa es una de las razones de su crecimiento. De su éxito.
Su última publicación es “MOTHERLODE” (2021, autoeditado): un primer adelanto de lo que será su esperado álbum debut. Está grabada en Montreal Studios por Hans Krüger y masterizada en Crystal Mastering y su sonido no deja indiferente. Así cuentan sus creadoras como surgió: “La canción nace de la imposibilidad de encerrar en nosotras mismas una desilusión generacional; de la incapacidad de hacer caso omiso a la disconformidad para seguir con la línea lógica dibujada por otros. Al contrario, la banda da rienda suelta a sus sentires más internos en un single que simboliza su propia muerte y nuevo nacimiento. Lo que viene está cargado de más verdad, crudeza y determinación, acompañado de un salto sónico a la misma altura”.
El tema viene acompañado de un videoclip dirigido por Maria Muriedas y Ximón Agirre, una delicia audiovisual que representa a la perfección el salto cualitativo que da la banda en una etapa de mayor madurez artística. La portada, asimismo, resulta de una colaboración con la artista plástica Andrea Muniain. Su escultura fue fotografiada por Álvaro Pereña y rematada con el diseño de Martina G. Compairé.
Y como definen esta canción, pues así:
- Término que se usa coloquialmente para referirse al origen (real o imaginario) de un producto valioso o abundante.
- Truco que funciona en los Sims para agregar una suma de dinero a la unidad doméstica activa.
- Canción del grupo de música Hickeys. Expresa la frustración e incertidumbre generacionales que nacen a partir de la vivencia de que lo prometido no es real. Su propia experiencia les ha enseñado y demostrado que lo canónico no es necesariamente exitoso, ni lo conocido es necesariamente el mejor camino. Desilusión, rabia y frustración es lo que se escucha y se siente en este single.
Si Nirvana sonaba a la furia de la rebeldía, Hickeys ponen en pie la suya propia, la de una generación que ve muy negro su futuro y que se siente engañada por la sociedad, por la vida y por sus predecesores. Este es un grito de rabia y desesperación. Una gran canción, un gran vídeo y una gran banda.
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