Esta banda procedente de Montreal empezó siendo el proyecto personal de Taylor Kirk, al que pronto se sumaron Simon Trottier, Mathieu Charbonneau y de Oliver Fairlfield. Sus primeros pasos juntos los dieron en una zona boscosa llamada Bobcaygeon, en Ontario, en donde se reunían en una casita de campo para tocar y realizar unas cuantas grabaciones. De hecho, su nombre lo tomaron de la particular estructura de madera sobre la que estaba construida esa cabaña: Timber Timbre.
Como resultado de aquellas sesiones se autoeditaron dos Lp´s, “Cedar Shakes” en 2006 y “Medicinals” al año siguiente. Desde el principio, la música de Timber Timbre ahonda en el blues más denso para acercar sus aspectos más oscuros a su folk adornado de violines, diversas percusiones, guitarras y teclados. En definitiva, una atractiva, sorprendente y personal mezcla de folk y blues con toques de psicodelia. Suenan raro, suena a ellos.
A principios de 2009 firmaron un contrato con el sello independiente Out Of This Spark y publicaron un álbum con su nombre por título. Este buen trabajo llamó la atención de un sello con mayor peso e implantación, Arts & Crafts, que lo reedita tanto en Canadá como internacionalmente. Su popularidad creció exponencialmente cuando su canción “Magic Arrow” se pudo escuchar en un capítulo de la serie televisiva “Breaking Bad”. Con su cuarto Lp, “Creep On Creepin´On” (2011) se plantaron en el primer nivel de la música folk canadiense y su nombre se empezó a codear con el de los encumbrados Arcade Fire. En abril de este año lanzaron “Hot Dreams”, su quinto disco y posiblemente el más completo de toda su excitante y apetecible discografía.
Siempre han sido muy cuidadosos los chicos de Timber Timbre con sus videoclips. También en esta ocasión, en la que han vuelto a contar para su dirección con el dúo formado por Scott Cudmore y Michael LeBlanc, quienes ya realizaron el del tema que daba título al álbum, “Hot Dreams”, en que recreaban un sueño erótico. En esta ocasión han preferido pagar una deuda pendiente con David Lynch y utilizar una serie aleatoria de inquietantes, majestuosas y surrealistas imágenes para acompañar a la canción “Grand Canyon”. Según sus autores, no querían hacer una traducción literal de la letra, sino crear una serie de viñetas para mostrar fragmentos de distintos momentos de muchas vidas diferentes y conseguir una exploración muy existencialista de la alienación humana. El clip es espectacular y la canción una preciosidad.
From the Phoenix liftoff
Somewhere over Blackfoot reserve
High above Drumheller
Sky hostess starts to serve
Cloud shadows on the mountain
And our shadow on the mountainside
After Salt Lake City
I have time to close my eyes
Before the Grand Canyon
Swallows us as we move south
I pray the Grand Canyon
Take our plane inside its mouth
We know the material
And these songs, the serious lines
Under palms ethereal
In Hollywood's mysterious wild
These are coarse imaginings
Where cannibal inspectors thrive
On delirious ramblings
Now in real and troubling times
In the warm confusion
Of the looming foliage outside
The motel room obscura
A divining by Venetian blinds.
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