Sune Rose Wagner es el chico y Sharin Foo es la chica. Él toca la guitarra y canta y ella canta y toca el bajo. Se conocieron en Copenhage en 2001 y desde entonces llevan juntos como The Raveonettes, una combinación del nombre del grupo vocal femenino de los 60 apadrinados por Phil Spector The Ronettes y de la canción “Rave On!” del padre del pop Buddy Holly. Ingeniosos.
Y no sólo ahí se mostraron ocurrentes, también lo fueron a la hora combinar elementos musicales que determinaran su propio sonido. Un choque de trenes que circulan por la misma vía pero en sentido contrario. Por un lado la sencillez del pop y del rock de los años 50 y 60, en especial The Everly Brothers, y por otro la catarata distorsionada, guitarrera y eléctrica de unos Jesus And Mary Chain. En ambos casos hay mucha melodía, pero los primeros la proclaman desde la luminosidad y los segundos entre tinieblas. Por si fuera poco, sus letras hablan de desamor, de suicidio, de crímenes, de pasión trágica, de drogas. Una influencia del tercer elemento imprescindible para entender su música, The Velvet Underground.
Desde su sorprendente y bien acogido álbum de debut, “Chain Gang Of Love”, editado en 2003, The Raveonettes habían publicado otros cinco Lp´s de estudio más en los que incidían en sus principios: melodía, distorsión, inmediatez, temática tenebrosa, una producción muy spectoriana y mucha carga emocional. Y, de repente, sin avisar, llega su séptimo larga duración.
Este álbum se gestó tras el repentino fallecimiento del padre de Sune. El dúo se trasladó al sur de California, en donde se sumergió en la cultura surf. Allí, a principios de 2014, el grupo trabajó intensamente durante cuatro meses en sesiones de doce horas diarias para registrar diez canciones en las que aparecen algunos elementos nuevos, como arpas y coros, y una fuerte e intensa carga dramática. La complicada relación de Sune con su padre, la muerte de éste, la infidelidad, el alcoholismo. Momentos cercanos a Primal Scream, en otras ocasiones se arriman a My Bloody Valentine, incluso hay una aproximación a Happy Mondays. La producción corre a cargo de Justin Meldal-Johnsen, quien ha trabajado con Garbage, Schoool Of Seven Bells, Tegan And Sara, Crystal Fighters o Young The Giant.
“Endless Sleeper” es la canción que abre el disco y es simplemente demoledora. Sobre un ritmo de bossa inicial, que pronto degenera en el sonido habitual de The Raveonettes, Sune habla de una experiencia propia cercana a la muerte, cuando estuvo a punto de morir ahogado en una playa de Hawái en 2008. Por cierto, el título del álbum, “Pe´ahi”, se refiere a un anuncio de surf muy popular en la isla de Maui, en el archipiélago hawaiano.
El videoclip, dirigido por el propio Sune, también es tremendo. En un plano general, dos personas desnudas protagonizan una escena de amor, muy similar a la que protagonizan Burt Lancaster y Deborah Ker en la película de Fred Zinneman “De Aquí A La Eternidad”. Pero de repente todo cambia. Aparece en escena, en un primer plano de una navaja, y sangre, y confusión. Fotogramas del dolor, del sufrimiento.
Sand in my shoes
And death on my mind
But it's over
It's over
For now
Crying
Mothers
Your sons have drowned
Memories
What memories have the dead
Sometimes I sleep
With my doors unlocked
Sometimes I take on the ocean
Draw the Ace of Spades
And break all the mirrors
And I'm fucked
Shy away from the real thing
You know there is no God
You shy away from everything
You shy away from me
Nowhere to run
In your dreams you are aimless
Nowhere to hide
In your dreams you are useless
How do you sleep
When in dreams you are careless.
How do you wake
When your sleep it is endless.
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