A mediados de este mes de septiembre, el músico canadiense Daniel Romano, acompañado por su banda, visitará cuatro ciudades, Madrid, Valencia, Bilbao y Barcelona, para presentar en directo su particular universo musical, un territorio en el que el country viaja por el cosmos a bordo de una nave psicodélica propulsada por el pop rock de los setenta. Será una excelente ocasión para comprobar en un ambiente más cercano las muchas virtudes que demostró recientemente sobre el escenario del Azkena Rock Festival.
Nacido en Welland, Ontario, Canadá, en 1985, Daniel Tavis Romano es músico y diseñador, campo en el que ha trabajado para Ben Kweller, City And Colour o M. Ward. También es productor (City And Colour) y socio propietario del sello discográfico independiente You´ve Changed Records, junto al componente de The Constantines, Steve Lambke. Es por tanto un hombre inquieto, una característica que también ha trasladado a su música, un territorio que permanentemente recorre sin miedo y con una insaciable hambre de experiencias, descubrimientos y arriesgadas transgresiones. “Quería romper la fórmula, hacer algo totalmente diferente a todo lo que había hecho antes. Necesitaba escapar de esos bolsillos en los que me habían metido. El estancamiento es el aire que respira el diablo, es el enemigo. Hay que moverse hacia adelante, pase lo que pase”, afirma convencido Daniel Romano.
Con ese espíritu grabó su quinto álbum, “Mosey”, el cual llegó al mercado justo un año después de su aclamado “If I´ve Only One Time Askin´”, que le permitió ser nominado a los premios Juno y aparecer en numerosas listas de las más prestigiosas publicaciones entre lo mejor del año. En este LP, Daniel Romano exploraba el sonido countrypolitan, una amalgama de pop y country que se hizo popular a finales de los 60 y principios de los 70, definido en su momento por el gran músico, productor, compositor y arreglista de Alabama, Billy Sherrill. Además le añadía un impulso de honky-tonk que le salía directamente del corazón y ese cierto toque melodramático que embargaba sus primeros discos, empañados del legado de Gram Parsons y el country cósmico.
Su último disco, “Mosey”, sin embargo, es un crisol en el que se han fundido sobre una base sesentera, ingredientes de pop experimental, música ye-ye, country psicodélico, crudos pianos y golpes de vientos. Una mirada completa y compleja en la que se vislumbran a Dylan, Cohen, Lee Hazlewood, Serge Gainsbourg, Randy Newan y Ennio Morricone entre otros muchos. Por eso es arriesgada combinación en la que se rescata el pop francés y británico de los 60, el blues, la psicodelia, el spaghetti western, el funk de los setenta, el country soul, las baladas de piano, el honky tonk de los corazones destrozados y el rock and roll más animado y saltarín. Todo bajo un velado sentimiento cinematográfico, de evocador pasado y con la vista puesta en el horizonte, en el futuro.
Producido por él mismo y grabado en mono en su propio estudio en Fenwick, Ontario, a lo largo de 2015, Daniel Romano se encargó de tocar todos los instrumentos y de dirigir los arreglos orquestales, además de cantar cada canción con un registro diferente, con una personalidad que se ajustaba a cada composición.
Estas son las fechas y los lugares de la gira por España de Daniel Romano y su banda:
Jueves 15 de septiembre, El Sol, Madrid. Entradas 14€ en www.ticketea.com
Viernes 16 de septiembre, Loco Club, Valencia. Entradas 12€ anticipada, 17€ en taquilla y 10€ socios. www.lococlub.org
Sábado 17 de septiembre, Kafe Antzokia, Bilbao. Entradas 15€/18€ www.ticketea.com
Domingo 18 de septiembre, Rocksound, Barcelona. Entradas 14€ www.ontheroadmusic.es
No masters no more in the world we implore
the state of our age shall be thrown to the shore
if not for the colors that glow 'neath the sun,
no beauty for anyone
No detail on time on the throwaway line
now brawn is the victor, the loser the mind
if not for the ruins if what was once now,
no beauty for anyone
Gone is the ache and the wail
gone is the words for to tell
gone is the hunger that gnaws at the bone
gone is the tale of our years
gone is the blood and the tears
gone is all but a quarry of stone
No rest ever earned, creativity turned
of the nature from which it incessantly churned
if not for a morning that surely will come,
no beauty for anyone.
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