Si hay músicos de country y de Americana cuya figura tiene un halo de forajidos, de fuera de la ley, de legendarios y rebeldes, tipo Johnny Cash, Townes Van Zandt o Steve Earle, la respuesta femenina a ese estereotipo es, sin duda, Mary Gauthier. Esta cantante de Nueva Orleans, Louisiana, tiene una biografía digna de guión cinematográfico y, sobre todo, una enorme calidad como compositora y una voz simplemente mágica.
Su madre, a la que nunca conoció, la dejó al poco de nacer en un orfanato, en donde fue adoptada por una pareja católica de origen italiano. Su adolescencia fue tremenda. A los quince años se fue de casa, los siguientes años se los pasó entre centros de desintoxicación de drogas, casas de acogida y refugiada con amigos. Los dieciocho los cumplió en la cárcel acusada de robar un coche. Afortunadamente, al igual que las amistades te pueden perder, en su caso fueron su salvación. Animada por ellos se matriculó en la Universidad de Louisiana para estudiar Filosofía, aunque abandonó sus estudios en el último año para matricularse en la Escuela de Cocina de Cambridge, una de sus pasiones.
Pero la historia de esta mujer no podía pararse ahí. Poco después abrió un restaurante de comida Cajun, el Dixie Kitchen, (recuerden este nombre) y el día de la inauguración fue detenida por conducir borracha. Era el 12 de julio de 1990 y desde entonces no ha vuelto a beber. De nuevo los amigos fueron los que la empujaron a escribir sus historias, incluso a cantarlas, y con 35 años compuso su primera canción.
En 1997 publicó su primer Lp, que llevaba por título el nombre de su restaurante. Publicado por Munich Records, “Dixie Kitchen” es un magnífico debut. Animada por la buena acogida y seguramente por la calidad del propio disco, vendió su participación en el restaurante para pagar su siguiente álbum, “Drag Queens In Limousine”, en donde, de nuevo, deja claro que eso es lo suyo. Tanto es así, que actualmente sus canciones, en donde se refleja el dolor y una sombría desesperación, son estudiadas en diversas universidades, publicadas en libros y elogiadas por grandes como Bob Dylan.
Mary es una mujer excepcional. Y damos fe de ello porque hemos tenido la fortuna de estar a su lado, conversar y escucharla cantar, sola, con su guitarra y su tremenda humanidad. Ella conoce, de primera mano, muchos de los sufrimientos que cualquier persona puede padecer. La gente se quiebra, se desmorona y arde en su propia desesperación. Mary Gauthier plasma y refleja esos sentimientos. Y muchos más.
La canción “I Drink” está incluida en su cuarto disco “Mercy Now” editado en 2005 por el legendario sello Lost Highway. Mary Gauthier, cuya historia podría servir para moldear un personaje de la serie “Orange IsThe New Black”, es una figura. Ya es una leyenda. Forajida. Gigante.
He'd get home at 5:30
Fix his drink, sit down in his chair
Pick a fight with mama
Complain about us kids getting in his hair
At night he'd sit 'lone and smoke
I'd see his frown behind his lighter's flame
Now that same frown's in my mirror
I got my daddy's blood inside my veins
Fish swim, birds fly
Daddies yell, mamas cry
Old men sit and think
I drink
Chicken, TV, dinner
6 minutes on defrost, 3 on high
Beer to wash it down with then another
A little whiskey on the side
It's not so bad alone here
It don't bother me that every night's the same
I don't need another lover
Hanging 'round, trying to make me change
Fish swim, birds fly
Lovers leave by and by
Old men sit and think
I drink
I know what I am
But I don't give a damn
Fish swim, birds fly
Daddies yell, mamas cry
Old men sit and think
I drink.
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