La cantante canadiense Alannah Myles encumbró esta canción justo en las puertas de los 80. Aunque no era nadie en la música, Alannah Myles, la más sexy de las damas del rock, se dio a conocer en todo el mundo gracias a este tema y reveló a propios y extraños esa voz tan reconocible y peculiar, que combina una sensualidad aterciopelada con toques desgarrados tan propios del rock.
La canción es un homenaje a Elvis Presley, el rey, y estuvo en lo más alto de las listas durante mucho tiempo. En el año 2005 se le concedió el premio Millionaire Award de ASCAP por haber superado los cuatro millones de emisiones en radio. Alannah Myles obtuvo un Grammy a la Mejor Vocalista Femenina de Rock en el año 1991.