“Fenomenal es vivir y ser persona y dejar pasar los crudos días del invierno a la tenue luz del hogar”, decía Xavier Vendrell, cantante del grupo de rock de Sabadell BB Sin Sed, allá por 1991, justo cuando el quinteto acababa de publicar su tercer Lp, “Casa Doce”. Han pasado muchos años y fenomenal es él adjetivo que también se puede aplicar al recuerdo que dejaron, al sonido de su música hoy en día y a que hayan tenido el coraje de reunirse casi treinta años después de su formación para celebrar un par de conciertos y volver a desaparecer tras la nube de polvo del tiempo y del olvido.
BB Sin Sed es otra de esas bandas malditas de los 80. Cuando a muchos pelmas hablan y hablan de aquella década y de su música terminan siempre hablando de las mismas bandas, de los mismos nombres, de los mismos clichés y aburren. Aburren porque no se han parado a escuchar a grupos como 091, Pistones, PVP o BB Sin Sed (tampoco les vamos a pedir que escarben mucho más) y a comprobar que la verdadera importancia de aquella “movida” estaba en la segunda fila, incluso en la tercera o la cuarta. Gente honesta que hacía rock honesto e interesante. BB Sin Sed pertenecen a esa panda de grupos que hacía rock con cierto regusto americano, incluso a veces vaquero (¿nuevo rock americano?), al que añadían un leve matiz oscuro, sobre todo en sus dos primeros álbumes, casi de post punk. El primer álbum, publicado por Tres Cipreses (DRO) en 1987 y producido por Javier Andreu, cantante de La Frontera, era más bien un Mini-Lp con tan solo ocho cortes en el que quedaba claro que allí había mucha tela que cortar. Buenas letras y excelentes melodías convertidas en canción, como por ejemplo esta historia sobre la apertura de un tugurio en el barrio titulada “As de Pics”. Retrato bastante turbador de un tiempo y un lugar.
Tras este interesantísimo debut, los vallesanos BB Sin Sed ofrecieron un par de grandes discos, “Sed De Sed” en 1989 y “Casa Doce”, ya con el sello catalán Discmedi, en 1991 y con la producción de Marc Parrot. La escasa repercusión que tuvo su propuesta condujo a la banda a una discreta disolución. Sin embargo, a través de los años, los componentes de BB Sin Sed se siguieron viendo e incluso ensayando de vez en cuando. En 1997, entonces ya como trío, volvieron al estudio para grabar su último disco “Ahora”, de nuevo con Discmedi/Blau. Y después vuelta al rincón de los malditos. Hasta que ahora han decidido regresar para dar un par de conciertos. De hecho iban a realizar sólo uno, casi de incógnito, pero despertaron tanto interés que han decidido repetir. Posiblemente esta sea la última ocasión para ver en vivo a BB Sin Sed. O tal vez no, los que actúan al margen de modas y convencionalismos, los que se mueven al margen de la ley del mercado, tienen la fortuna de hacer siempre lo que quieran. Pero por si acaso, no vaya a ser que nunca más repitan, habrá que aprovechar esta primera ocasión.
BB Sin Sed en concierto: viernes 24 de abril, a partir de las 20:00 en La(2) de Sala Apolo, Barcelona. Abrirá el concierto, a eso de las 20:30, otra interesante banda catalana, Biscuit. Procedentes de Vilanova i la Geltrú, facturan una rotunda mezcla de garage y power pop que envuelven en formato de excelentes canciones. El prestigioso sello australiano Off The Hip va a editar el primer disco recopilatorio de Biscuit “20 Years, A Million Beers & Lotta Nerve”, lo que supondrá la primera referencia internacional de la banda. Biscuit tiene previsto editar un nuevo álbum para este próximo otoño.
El precio del concierto es de 12€ anticipada y 15 en taquilla.
Entre tu calle y la mía existe un lugar,
corazones solitarios va allí a olvidar.
El dinerno ya no quema el bolsillo de atrás,
enter las piernas se esconden los deseos de amar.
Las cervezas calientes invitan a brindar,
las sonrisas estallan, tras los ases de pic;
las peleas las encuentras en la barra del bar,
la suerte te la juegas, tras los ases de pic.
Si se escuchan sirenas por la calle de atrás
o las ruedas chirriando en el caliente alquitrán;
sólo en tu mesa te puedes encontrar,
las botellas se caen y se rompe el cristal.
Las cervezas calientes invitan a brindar,
las sonrisas estallan, tras los ases de pic;
las peleas las encuentras en la barra del bar,
la suerte te la juegas, tras los ases de pic.
Muy recomendable el libro de Xavier Mercadé Simó "Balas Perdidas" en el que se recupera la memoria histórica de bandas de los años 80 y 90.
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