Nacido en Montana, muy al norte de Estados Unidos, ya casi frontera con Canadá, y residente en Nashville, Tennesse, el corazón de la música country y probablemente el epicentro musical de este planeta, Jonny Fritz es un músico americano, cantante y compositor, de country alternativo. El próximo 14 de octubre publicará a través del sello ATCO su cuarto trabajo discográfico, “Sweet Creep”, el segundo que factura bajo el nombre de Jonny Firtz.
Su primer álbum, “I´n Not Ready To Be A Daddy”, salió a la luz en 2008 y lo hizo bajo el nombre de Jonny Corndawg. Tres años más tarde llegó “Down On The Bikini Line”, el segundo y último que haría bajo ese alias. Desde entonces decidió transformarse en Jonny Fritz (su nombre verdadero, con el que vino a este mundo) y mutar su música hacia territorios más personales, algo más alejados de la visión tradicional de la ciudad que le daba cobijo. Fritz sacó en 2013 un álbum homónimo para ratificarse en su decisión y para que el público supiese que podía esperar de su música, de la de alguien llamado Jonny Fritz. Algo simple.
“I Love Leaving” es una de esas canciones optimistas, agradables y muy positivas. Recuerda al “I Love My Shirt” de Donovan. Es terriblemente simple, pero también muy adorable. Habla de esas pequeñas cosas que uno ama y que son tontunadas cotidianas, las albóndigas, tirar las cosas en la parte de atrás de una camioneta y colocarlas jugando a una especie de Tetris imaginario, tocar con los amigos, hablar de los viejos tiempos o cerrar de golpe la tapa del motor. Y también, como de paso, sin hacerle mucho caso, aquello que le desagrada, como los espaguetis, no atreverse a repetir aquellas cosas que estuvieron bien y cosas así. Es una canción limpia e inocente. Una canción que sirve para aprender, de uno mismo.
El videoclip que acompaña a esta simpática canción, “I Love Leaving”, no puede ser más simplón. Se trata de una sucesión de imágenes graciosas, cuando no patéticas, de esas que tantas veces vemos en televisión con perritos haciendo monadas, humanos haciendo perrerías que terminan francamente mal, situaciones absurdas, caídas, trompazos y desparrame. Humor negro, básicamente. Pero por aquello de la mala baba humana, pues hasta hace gracia porque ¿hay algo más gracioso que ver a otra persona haciendo el ridículo? Sí, siempre y cuando no sea uno mismo el protagonista.
Gran canción que merece una escucha muy atenta y un gran músico que requiere toda la atención. Es posible que pronto se hable de él, aunque en este mundo tan raro, lo mismo no. Y nos lo perderemos. Las cosas buenas a veces se pierden por el camino.
Classical music is so clarinetty
I love meatballs but don't like spaghetti
It makes me so tired and I want to be ready
I love being ready to go
Oh, and I love to have to leave at the drop of a hat
I'm ready to go in seconds flat
Ready to go, hey I know about that
I love being ready to go
Oh, and I love leaving
Throwing everything in the truck
Fishing through the glovebox for the radio
And letting the hood the slam shut
And I love leaving
And playing Tetris with the things in the van
Circling the block til we get the right spot
And honking at my friends
People really love to say "remember when"
"Wouldn't it be great to do it over again?"
They'd give anything to go back then
Instead of in the mess they've made
But me, I hate talking about the good old days
I never want to go down memory lanes
I only want to get into the passing lane
And I've always been that way
I guess I love leaving
Leaving without saying goodbye
Leaving without telling anybody I'm going
Quick as the blink of an eye
Someday I'll meet a woman I know who'll wanna keep me around
And I'm gonna have to face the fact that I might want to stay
But until then I'll just be a'sitting in my driveway
Turn the key, hopefully I'll be on my way
Oh, I love leaving
Leaving all my troubles behind
I guess I'm getting that age
When turning the page is easier than learning my lines.
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