Amigos de la escuela y de la escena musical de la ciudad escocesa de Irvine, el grupo se constituyó como una banda de versiones. El nombre surgió, como tantas veces, por pura casualidad. En una clase de música, mientras uno de ellos aporreaba los cubos de basura (trashcan), otro mencionó a Frank Sinatra y al ingenioso se le ocurrió juntar todo: The Trashcan Sinatras.
Desde su formación en 1986 hasta el momento actual –todavía siguen y actúan de vez en cuando-, la base del grupo ha sido casi siempre la misma, con Francis Reader, cantante y guitarrista, a la cabeza. Su debut llegó en el 90 con “Cake”, un álbum por la crítica. Un buen ejemplo es el titular del reportaje que sobre ellos publicó la revista Billboard: “El mundo sería un lugar más pobre sin The Trashcan Sinatras”. Y posiblemente sea cierto.
Con su siguiente Lp, “I´ve Seen Everything” (1993) repitieron fórmula y éxito. Canciones de suave pop alternativo, con guitarras acústicas y eléctricas, deliciosas melodías y unas voces impresionantes. A veces comparados con The Smiths, sus canciones eran mucho menos “sufridas”, más luminosas, aún con un leve roce melancólico.
Para cuando publicaron su tercer álbum, “A Happy Pocket” (1996), ya tenían seguidores en todo el mundo. Muchísimos fans muy fieles, especialmente en algunos lugares algo exóticos, como Japón, en donde tenían que lanzar ediciones especiales para aquel público. Pero como no todo puede ser felicidad, su distribuidora en Estados Unidos rechazó sacar allí su nuevo disco y, poco después, su compañía hasta entonces Go! Disc (la misma que The Housemartins), fue absorbida por Universal y el grupo despedido. Sin más. Esto les llevó a la ruina. Tuvieron que vender el estudio de grabación que habían montado y prácticamente empezar de nuevo.
Con esos ánimos, no es extraño que las canciones que escribieron para su siguiente disco fueran tan oscuras y sombrías, que finalmente las desecharon. Se abrió así un nuevo y largo periodo de composición, que alternaron con giras y actuaciones; incluyendo una en 2004 en Madrid, poco antes de la publicación de su cuarto disco “Weightliftling”, que incluía la preciosa canción “All The Dark Horses”.
Un disco acústico en directo en 2005 titulado “Fez” y otro disco en estudio, “In The Music”, en 2009, completan una brillantísima discografía. Un grupo al que conviene recurrir de vez en cuando para resetear los cánones del buen gusto y de las cosas bien hechas, de las canciones bonitas y bien cantadas y fijar los topes máximos que tan frecuentemente vamos rebajando. Imprescindibles en una discoteca decente.
On the sunset, horses silhouette
All is calm tonight
New horizon, keep your eyes on those stars
Lighting a way
Take me somewhere out there
Through the fields, in the night
All the dark horses ride
No more reining in
Now my aim is in sight
To the wild and the light
Out of harm's way, where the traps all lay
Tying you down, selling you out
Beating you down - they're all over town
Know your true self, or your truth might bend
They will turf you out in the end
Don't heed a word they say
Keep heading away
Faraway, slow in motion
Through the fields, in the night
All the dark horses ride
No more reining in
Now my aim is in sight
To the wild and the light
Long-lost summer days
Are shining around again,
Sky ablaze, ride away...